Gobierno de Brasil lanza una app para bloquear celulares robados
El Gobierno brasileño lanzó este martes una nueva aplicación que permitirá bloquear rápidamente los celulares robados, con lo que espera desincentivar este tipo de delito, uno de los más comunes en las grandes ciudades del país.
Estamos construyendo un botón de emergencia para que la persona rápidamente apriete y bloquee las operaciones, para que pueda reorganizar su vida con más calma y sin tener la agonía de parar su vida para hacer 300 llamadas", explicó en rueda de prensa el secretario ejecutivo del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública, Ricardo Cappelli.
La aplicación se llama "Celular seguro" y funciona de la siguiente forma: primero el usuario se registra (también puede registrar el número de una persona de confianza) y cuando es robado activa el sistema, que avisa a la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) y a los bancos asociados al proyecto.
A partir de ahí, los bancos tienen un plazo (que varía entre 10 y 30 minutos como máximo) para cancelar las aplicaciones de ese móvil, y así los ladrones no podrán hacer transferencias ni vaciar las cuentas de las personas robadas, como suele ocurrir.
Están asociados al sistema "Celular Seguro" prácticamente todos los bancos que operan en Brasil (agrupados en la Federación Brasileña de Bancos).
A medio plazo, el Gobierno también quiere ampliar el proyecto a operadoras de telefonía móvil, para poder bloquear el chip (y no sólo el celular) e impedir que se reciban mensajes de SMS que permiten recuperar las contraseñas de las redes sociales, por ejemplo.
Aplicaciones muy populares en Brasil, como iFood, Uber, 99Taxi o Mercado Libre, también firmaron un protocolo de intenciones para adherirse al programa antes del 9 de febrero de 2024.
La propuesta del Gobierno llega en un momento de aumento de este tipo de delito, según apuntó el último Anuario Brasileño de la Seguridad Pública, publicado hace unos meses.
Según este informe, en 2022 hubo 999.223 robos de celular en todo Brasil, frente a los 852.991 que fueron sustraídos el año anterior, lo que supone un crecimiento del 16,6 por ciento.
No obstante, las autoridades remarcan que la cifra real puede ser mucho mayor, porque se trata de un delito con elevada subnotificación, ya que no todas las víctimas presentan una denuncia ante la policía.
