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Cinco cosas que podemos aprender de Apple, la empresa de los 3 billones de dólares

Hay tres cosas ciertas en la vida: la muerte, los impuestos y la presencia en primera plana del nuevo iPhone.

Antes del lanzamiento del nuevo iPhone 13, Dan Ives, director general de la sociedad de inversión Wedbush Securities, explicó ante los medios que este nuevo producto elevaría el valor de la compañía tecnológica por encima de los 3 billones de dólares a principios de 2022, un hito que ninguna otra empresa ha alcanzado hasta ahora.

A pesar de que a la amplia mayoría de los mortales nos cuesta siquiera imaginar tal cantidad, Apple está pensando ya en su próximo movimiento en un intento por mantenerse por delante de la competencia. La pregunta es: ¿cómo lo hace?

En este artículo, te presentamos cinco cosas que todo empresario debería aprender de Apple.

La coherencia es crucial

Si piensas en Apple, seguro que te vienen rápido a la cabeza un par de cosas. La primera es su logotipo icónico: la manzana mordida que aparece en todos sus productos, desde el iPad hasta el Apple Watch. La segunda es la elegancia que presentan todos sus productos, centrados en la innovación tecnológica.

Estos dos aspectos son ejemplos de coherencia de marca. Los clientes saben lo que compran, independientemente de la línea de producto. El logotipo y la elegancia son sinónimo de calidad, sin que la compañía tenga que explicarlo.

Aunque es posible encontrar productos de Android con una relación calidad-precio mejor que la de su equivalente de Apple, la coherencia de la marca estadounidense suele prevalecer, ya que la gente recuerda el logotipo y el aspecto elegante de sus productos e inmediatamente piensa en calidad. La coherencia es la mejor estrategia de marketing.

No se necesitan promociones especiales si el producto es suficientemente bueno

A Apple le gusta desmarcarse siempre del resto, hasta el punto de que sus campañas de marketing no incluyen un elemento muy común en la industria: las promociones especiales.

Muchas tiendas ofrecen importantes descuentos durante el Black Friday; otros negocios, como los casinos en línea, intentan aumentar su clientela con ofertas de bienvenida. Pero ¿qué hace Apple? Nada.

No es ningún descuido, sino una estrategia de marketing que se remonta a la época de Steve Jobs, cuando Apple experimentó un crecimiento estratosférico. Para Jobs, era crucial ser considerado una referencia de calidad, ya que «la gente no está acostumbrada a un entorno en el que se espera la excelencia».

Dicho de otra manera, Jobs no creía en rebajar sus productos al mundo de las gangas y los descuentos. Por un lado, estaba convencido de que eran suficientemente buenos para venderse por su precio de mercado íntegro; y en segundo lugar, decía que rebajar los precios activaba una especie de alarma en el subconsciente del comprador, que asocia instintivamente un precio más barato a una peor calidad, sea cierto o no.

En palabras del propio Jobs: «un jonrón es mucho mejor que dos dobles» o, lo que es lo mismo, vender un producto de calidad por su precio real es mejor que vender dos productos peores por menos.

Vincular componentes al producto principal genera ingresos regulares

Una compra no tiene por qué acabar cuando el consumidor adquiere el producto. Uno de los motivos principales por los que el valor de Apple se acerca a los 3 billones de dólares se debe al éxito cosechado en mercados relacionados con sus productos estrella.

¿Quieres escuchar música en tu dispositivo Apple? Pues no puedes hacerlo con unos auriculares normales, necesitas los AirPods. ¿Quieres cargar tu iPhone? Necesitas un dispositivo compatible con Apple, como el cable Lightning, que ha sido una fuente de ingresos muy importante para la compañía. Esto último desató una gran controversia entre la gente, hasta el punto de que varios países han instado a Apple a ofrecer un cargador universal.

Aunque la estrategia de Apple no puede considerarse una estafa, sí que dificulta a sus clientes la compra de productos de otras marcas. A la mayoría de los usuarios de Apple, esto no es un problema, ya que están enamorados de sus productos. Es una táctica comercial inteligente que ayuda a llenar las arcas de la empresa.

Es importante aprender de otras industrias

El éxito de Apple se debe a que tiene una visión del mundo abierta, lo que le permite tomar ideas de otras industrias.

Su excelente servicio de atención al cliente se inspira en el sector hotelero. Cuando Steve Jobs se disponía a abrir las primeras tiendas de Apple, preguntó a sus empleados dónde habían recibido un mejor servicio. La mayoría coincidió en que había sido en hoteles o complejos de cinco estrellas. Jobs mandó a todos sus gerentes de tienda a realizar el programa de formación de Ritz-Carlton, para que aprendieran a tratar bien a los clientes.

Los usuarios de Apple continúan volviendo a por más, ya que asocian las visitas a una Apple Store con una experiencia agradable, lo que explica en parte el liderazgo mundial de la empresa.

Hay que estar siempre un paso por delante del cliente

Puede que hayas oído hablar de una aterradora tecnología de Amazon que sabe lo que quieres comprar antes que tú mismo lo sepas. Apple emplea regularmente una versión de este servicio anticipatorio en la Apple Store, aunque de forma mucho menos intrusiva que el equivalente de Amazon.

La herramienta hace un seguimiento de las aplicaciones que los clientes miran y compran. También controla la regularidad de uso de las apps del teléfono, las que gustan y las que no, así como las que se borran.

Apple ha usado técnicas vanguardistas de investigación de mercado para adelantarse a lo que piensan sus clientes. En lugar de hacer preguntas directas, a las que la gente podría dar una respuesta falsa, Apple tiene acceso a sus pensamientos y acciones y puede usar dicha información para decidir qué productos debe desarrollar y comercializar y cómo debe enfocar sus futuras campañas de marketing.

Aunque no todas las empresas tienen acceso a este nivel de información, hay varias cosas que todas las empresas, grandes o pequeñas, pueden hacer para obtener resultados similares. Una es no preguntar a un cliente si le gusta un producto, sino qué le parece en comparación con otros productos, lo cual ofrece respuestas mucho más elaboradas. Al fin y al cabo, un negocio de 3 billones de dólares no se construye con monosílabos...

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