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Ultimado en la pollera tenía antecedentes por homicidio

El hombre portaba una cédula de identidad falsa. Tras las pesquisas, los sabuesos del Cicpc dieron con su verdadero nombre

Lo que parecía ser el homicidio de un inocente comerciante terminó por ser una farsa. Oswaldo José Viloria Farías, fecha de nacimiento: 1985, citaba la cédula de identidad que tenía el infortunado, cuando dos hombres le dispararon en varias oportunidades frente a dos mujeres que lo acompañaron a degustar lo que fue su último almuerzo.

La cédula era falsa. El verdadero nombre del fallecido era Clímaco Segundo Uriana Uriana, de 34 años. El hombre pretendía ocultar su prontuario policial.

La información la confirmaron fuentes ligadas al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).

Los sabuesos precisaron que luego de realizar las pesquisas de rigor, lograron descubrir la verdadera identidad de Clímaco. Luego de indagar más a fondo, encontraron que el infortunado estaba solicitado por robo de vehículo y homicidio en la subdelegación Paraguaipoa, municipio Guajira.

Los antecedentes de Uriana no son limitados. También se le señala como presunto líder de una banda dedicada al robo de carros. El grupo hamponil tiene su epicentro de acción en la frontera colombo-venezolana, específicamente en el poblado La Raya, ubicado en el municipio Guajira, según la información que aportó el vocero policial.

Tras los asesinos

Las investigaciones para esclarecer este caso no se detienen. Otra fuente ligada al proceso agregó que los homicidas de Uriana se transportaban a bordo de una camioneta Toyota 4Runner blanca. Sin embargo, de acuerdo con experticias preliminares, se cree que otro vehículo participó en el crimen.

Los ocupantes de este se habrían encargado de precisar los movimientos y la ubicación de la víctima.

“Es posible que otro carro acompañara a los asesinos. Creemos que se trata de riñas entre bandas. No hemos parado de indagar para esclarecer el asunto”, puntualizó el informante.

En ocho oportunidades dispararon al infortunado, pero solo cuatro balas lograron alcanzar al supuesto líder delictivo. Los proyectiles que detonaron vinieron de un arma de fuego calibre nueve milímetros.

El crimen ocurrió el pasado sábado a la 1:30 de la tarde en el restaurante El Rey del Pollo, ubicado en la entrada de la urbanización San Miguel, en plena Circunvalación 2.

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