El diario plural del Zulia

Sicarios asesinan a dos hombres en La Curva de Molina

Aguardaban pacientemente a su presa, sicarios ultimaron a dos hombres la mañana del miércoles frente a una carnicería en la avenida 93, calle Los Plataneros de la Curva de Molina, al oeste de la capital zuliana.

Eran las 8:00 a.m., cuando todos los comerciantes se vieron en la obligación de lanzarse al piso para resguardas sus vidas al escuchar al menos unas 20 detonaciones, después el dantesco escenario que generó en más de uno impotencia y dolor.

Neiro Antonio Rodríguez Urdaneta, de 55 años, conocido por todos como “El Gato”, y su el compañero y chofer, Wiiter de Jesús Castillo Bravo, de 58, yacían en el piso y a su alrededor un gran charco que anunciaba lo peor, estaban muertos.

Alrededor del comerciante se contabilizaron 12 cartuchos de bala percutidos, mientras que al corroborar a su amigo y chofer encontraron nueve, para sumar 21.

Todo ocurrió en fracciones de segundo, ambos salieron a “buscar una botella de whisky”, en una charcutería cercana y allí los tirotearon, aunque muchos intentaron detener a los homicidas les resultó imposible. Una comisión del Cuerpo de Policía Bolivariana del Estado Zulia (Cpbez), persiguió a los criminales pero lograron huir.

Unas 100 personas rodeaban los cuerpos, carros llegaban y de ellos descendían familiares de las víctimas, una mujer y un jovencito custodiaban el cuerpo de Neiro Antonio, una de las damas presentes le gritaba al muchacho que lo habían dejado sin su papi. “Nos dejó solos”, repetía.

“Papi, párate de ahí. Hoy amaneciste tan contento y mirá lo que te hicieron. Tú eras muy bueno, no merecías esto”, gritaba una de las hijas.

Una veintena de parientes se mostraban impotentes, llenos de ira por tan cruento crimen contra “dos hombres trabajadores y buenos”. Cuando divisaron a la prensa exigieron que no tomaran fotografías y “respetaran el dolor ajeno”.

Los cadáveres quedaron separados por unos escasos metros. La mayoría de los impactos de bala los recibieron en la cabeza.

Neiro Antonio iba entrando a una charcutería a dos locales de su negocio, quedó tendido con medio cuerpo sobre la acera y el resto en la carretera, su camisa manga larga a cuadros rojos, blancos y negros quedaron manchados de la sangre que brotó de su cuerpo. Wiitter de Jesús intentó huir, pero las balas lo alcanzaron, un hilo de sangre tiñó la calle, su chemise roja estaba empapada y su mano izquierda empuñada.

“Los asesinos los estaban esperando. El que disparó contra los señores era un hombre de contextura gruesa, delgado y bajo. Ellos esperaron que salieran de la carnicería y al verlos se bajó de la moto y les disparó. Los vendedores de plátanos los persiguieron y les lanzaron lo que tuvieran a mano para detenerlos, pero escaparon”, relataban los presentes y testigos del hecho.

Comerciante emprendedor

Rodríguez Urdaneta no solo era dueño de la carnicería Hermanos Rodríguez, también tenía otros comercios, como charcuterías y cuatro materas.

“Te dijimos mucho que te fueras papito. Casi nunca te acercabas al local y hoy que lo hiciste te asesinaron de tal manera”, vociferaban.

A la escena llegaron los parientes de Castillo Bravo, una fémina, quien se presumió era su esposa aunque intentó acercarse al lugar no se lo permitieron, un adolescente al ver el cadáver lanzó al suelo un manojo de llaves y lloraba sin cesar.

Sabuesos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) llegaron al lugar pasadas las 9:30 a.m., y recolectaron todas las evidencias. El homicidio quedó registrado en varias cámaras de seguridad de los locales. El móvil que manejan es la venganza.

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