El diario plural del Zulia

"Que no falte nada", el reclamo que llevó al asesinato del delivery zuliano en Chile

Ante la nueva evidencia, Hilda Cuba, madre de la víctima, devastada por la pérdida de su hijo, pidió "todo el peso de la ley tanto terrenal como espiritual. Mi hijo estaba trabajando y no era culpable de llevar el pedido tarde”

El pasado domingo 1 de enero, cientos de deliverys de distintas nacionalidades y aplicaciones despidieron junto con familiares a Heberth Jesús Sánchez Cubas, un joven repartidor de 19 años que fue asesinado por Tomás Aguirre en un edificio de la comunidad Ñuñoa en Santiago de Chile, solo porque tardó en llevar un pedido de hamburguesas.

Tras el atroz crimen a sangre fría, el portal 24horas.cl tuvo acceso a la última conversación on-line que tuvo el joven y su homicida, quien amenazó al delivery por tardarse al menos 13 minutos de lo estipulado:

  • Herberth: "Amigo, tuve un inconveniente porque al lado del mall estaban fiscalizando".
  • Tomás: "No es culpa mía, ¿dónde está mi pedido?".
  • Herberth: "Yo tengo su pedido, sé que no es su culpa".
  • Tomás: "Que no falte nada, ni la bebida, estaré esperando abajo".
  • Herberth: "Y si falta la bebida ¿qué? ¿Está amenazando? yo no soy ladrón, le dije que le voy a llevar su pedido y que yo lo tengo".
  • Tomás: "Pagué por la bebida, si no está sería un robo Trabajo en la PDI, así que espero que llegue todo en su lugar, más encima siendo fiscalizado".

El referido portal también accedió a las cámaras de seguridad que registraron el asesinato del zuliano, quien conversaba con su cliente para explicarle el motivo de su retraso, el cual se debía a una fiscalización durante su ruta.

Ante la nueva evidencia, Hilda Cuba, madre de la víctima, devastada por la pérdida de su hijo, recordó a Herberth como un chico “cariñoso, alegre, feliz, divertido,  con muchas ganas de salir adelante y surgir”.

Cuba también dijo que le había pedido al delivery zuliano a dejar su trabajo por la inseguridad: “Yo le dije que se saliera porque con la delincuencia en Chile casi le roban la moto”.

“Le arruinaron su vida, su juventud, sus sueños, sus planes y ese hombre tiene que pagar, todo el peso de la ley tanto terrenal como espiritual. Mi hijo estaba trabajando y no era culpable de llevar el pedido tarde”, añadió.

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