El diario plural del Zulia

Perecen en accidente una venezolana y su hijo en Argentina

Valentina Patiño y su hijo fueron vistos por última vez el pasado martes 20 de julio; dos días después, sus cuerpos los hallaron en el interior de su carro, que volcó en un arroyo

Una venezolana y su hijo fallecieron tras un vuelco que se registró en Argentina, luego de haber sido vistos por última vez el pasado martes 20 de julio, cuando la dama se disponía a ir a una cena con unos amigos y a dejar a su descendiente con una niñera.

El accidente de tránsito donde perdieron la vida Valentina de las Mercedes Patiño Fombona, de 51 años, y su hijo de seis, Lázaro Patiño Landra, se produjo debajo del puente que pasa sobre el arroyo Caraguatay, en la ciudad de Montecarlo, provincia de Misiones, unas 14 horas al norte de Buenos Aires, reseñó Noticias al Día y a la Hora.

Al parecer, la extranjera se reuniría el 20 de julio con unos compañeros de trabajo y amigos en un restaurante de Montecarlo, pero antes llevaría a su pequeño a que lo cuidara una niñera.

Sin embargo, ambos se transportaban ese día a bordo de un Ford Ecosport, pero se desconocen reportes sobre si el vuelco ocurrió en ese momento.

Solo se conoció que el pasado jueves 22 de julio, cerca de las 3:00 p. m., hora de Argentina, una patrulla circulaba por la ruta Nacional 12, kilómetro 1.517, y un vecino alertó a los funcionarios que debajo del puente del arroyo había un automotor.

Los uniformados bajaron por el puente, y visualizaron, hundido en el arroyo, el Ecosport, con los cadáveres de la venezolana y su hijo. Presuntamente, Patiño Fombona habría perdido el control de la unidad, chocó con la valla colocada en el puente y cayó al agua, reportó Noticias al Día y a la Hora.

Fuimos a la casa porque ella lo iba a dejar a Lázaro con una niñera, ella tenía una llave, pero todo estaba muy bien ordenado y sin señales, tampoco fue a trabajar, por eso hicimos la denuncia por desaparición de persona", dijo una mujer con la que Valentina y otros amigos se reunirían en el restaurante de Montecarlo, pero al no llegar al lugar la llamaron a su casa y no pudieron comunicarse con ella.

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