Mueren madre e hija falconianas que estaban desaparecidas en "Tapón de Darién"
Luz Asleidys Steile Argüelles y Luisied Antonella Chirinos Steile, madre e hija, naturales de Punto Fijo, estado Falcón, murieron el martes 12 de julio, al parecer por inmersión, tras estar desaparecidas durante nueve días, al momento en que se disponían a cruzar el "Tapón de Darién", ubicado entre Colombia y Panamá.
La mujer y la niña, presuntamente, perecieron ahogadas, cuando intentaron cruzar un río crecido, pero las aguas las arrastraron y ocurrió la tragedia, dijo el periodista falconiano, residenciado en Panamá, Roberto Bermúdez.
A través de un video privado que llegó a manos de sus seres queridos pudieron reconocer los cuerpos. El pasado 3 de julio, Lusied y Luz tuvieron comunicación familiar por última vez", añadió a través de sus redes sociales el comunicador social venezolano.
La triste y lamentable noticia llegó la tarde de este martes a la Familia de La niña Lusied Antonella Chirinos Steile y su madre Luz Asleidys Steile Arguelles.
Las 2 Falconianas murieron ahogadas, intentaron cruzar un caudaloso río Crecido y las arrastró dejandolas sin vidas. pic.twitter.com/V9DyobZOaB
— Roberto Bermúdez (@jrbermudezofi) July 12, 2022
Con ellas, suman tres los venezolanos que perdieron la vida en la selva colombo-panameña en menos de dos días.
El exfuncionario de la Policía de Carabobo, Freddy Alejandro Lira Martínez, de 39 años, también murió en el "Tapón de Darién". Un amigo de él, el rescatista carabobeño Jacobo Vidarte, aseveró a través de su cuenta Instagram que la mañana del lunes 11 de julio publicaron una foto de este venezolano, cuando estaba fallecido.
En esa foto, Lira sujetaba su pasaporte, agregó Vidarte.
Hay otro venezolano desaparecido en esa "selva de la muerte", José Leonardo Querales Peña, quien al parecer habría sido drogado para robarle sus pertenencias, cuando pretendía cruzar el "Tapon", reseñó Reporte Confidencial.
Ahora los venezolanos emprenden un viaje hasta los Estados Unidos para buscar un mejor futuro, pero por hacen por ese camino que separa a Colombia de Panamá, lleno de ríos caudalosos, abundante y agreste vegetación, animales ponzoñosos y antisociales que atacan a esos migrantes para robarlos.
Los criollos marchan por esa zona para seguir su travesía por Panamá y otros cinco países de Centroamérica, para llegar a Norteamérica.
