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Masacre en Tumeremo: un solo preso tras 14 días

Las violaciones graves a los derechos humanos como las desapariciones forzadas constituyen experiencias muy dolorosas para quienes son víctimas directas, pero también indirectas: sus familiares y allegados.

A 14 días de la desaparición forzada de los 28 mineros en Tumeremo, estado Bolívar, solo una mujer ha sido detenida.

“El Topo” sigue gozando de su libertad y se presume que ya esté en otro país. Y si es así habría burlado todos los componentes policiales que hacen vida en las minas del estado Bolívar.

Para Rafael Narváez, defensor de los Derechos Humanos y exparlamentario, “en las minas hay seis cuerpos de seguridad del Estado, y están allí por el peaje minero, ¿por qué sí están ahí no agarraron a los jefes de bandas? ¿Por qué si hacen rondas de seguridad no han desarmado a los jefes de bandas que tienen armas largas con mira telescópica?”.

“Los efectivos militares permiten el cobro de vacuna, son cómplices porque dejan que actúen libremente con impunidad, ellos saben quien es ‘El Topo’”, destacó el abogado penalista que estuvo en Tumeremo atendiendo las denuncias de las víctimas como miembro de la comisión de la Asamblea Nacional enviada hasta el estado Bolívar para investigar la desaparición.

En su opinión, la investigación que lleva el Ministerio Público es irresponsable. “Tienen que buscar elementos de convicción, están obligados a citar a los que se encargan de la seguridad en las minas”, destacó Narváez.

La organización no gubernamental para la protección y promoción de los derechos humanos, en un comunicado, solicitó castigo a responsables intelectuales y materiales.

Los pobladores de Tumeremo conocen de masacres anteriores, que no han sido suficientemente investigadas por las autoridades, ni se han sancionado a los responsables. Estos hechos, en su mayoría, han quedado silenciados porque una parte importante de las víctimas presuntamente son extranjeras.

 

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