El diario plural del Zulia

Los roban, los matan y los lanzan a un barranco

Un comerciante y un taxista fueron acribillados por arma de fuego y los hallaron tirados en un barranco vía a La Concepción, municipio Jesús Enrique Lossada. Dos tiros en la cabeza y uno en el brazo, acabaron con la vida de Joel, alias “Pito”, quien estaba tirado boca abajo al final del barranco, atrapado en una rama y descalzo. Vestía un suéter amarillo y un short rojo que le cubría sus partes a medias.

Al otro sujeto se le conoce, según los familiares de “Pito”, como “Tato”, de quien no hay mayor identificación. Él quedó tirado boca arriba y con tres tiros en la cara, muy cerca de los ojos. Solo vestía una franela negra y ropa interior color negro.

Los jóvenes salieron de su casa ubicada en Cuatricentenario, sector Los Altos, parroquia Francisco Eugenio Bustamante, al finiquitar la compra de una moto y, según los familiares, los jóvenes llevaban consigo todo el dinero en efectivo. Se presume que los asaltantes pretendían despojarlos del vehículo en el que se trasladaban, un Malibú color gris. 

Dijeron los parientes de Joel, que se acercaron al lugar y pre rieron no identificarse, que los hoy hombres estaban desaparecidos desde el miércoles en horas de la tarde y aparecieron ayer, cerca de la 1:00 de la tarde, sin signos vitales. “Nosotros nos cansamos de llamarlos por teléfono y nunca contestaron”, se lamentaron.

Los maleantes se valieron de una zona recóndita ubicada en La Concepción, para deshacerse de los cadáveres. Según moradores de la zona, el lugar sirve como “cementerio de carros” y está ubicado en El Curarire. “Aquí no hay seguridad, rara la vez pasa un policía”, indicó una de las vecinas.

“Aquí quieren venir a echar todos los muertos de Maracaibo y de la zona. Los cadáveres y carros robados que traen son frecuentes. Queremos seguridad, alumbrado público y que las autoridades se volteen a ayudarnos porque no aguantamos la desidia” exclamó una residente del sector.

Se presume que los infortunados, por la condición física que presentaban, estaban muertos desde hacía un par de horas antes del hallazgo. Parientes y vecinos del sector, desde tempranas horas, dieron aviso del crimen al Cuerpo de la Policía Bolivariana del Estado Zulia (Cpbez) y al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), pero ningún organismo policial llegaba al lugar donde los encontraron.

Joel, de 25 años, según sus primos, “era un hombre tranquilo, no tenía problemas con nadie”. Trabajaba como comerciante y tenía tres hijos, entre ellos una bebé de apenas cuatro meses de nacida. “El Tato”, de 24 años, trabajaba como taxista y era el dueño del Malibú. Dejó dos hijos.

Los primos de Joel se negaban a sacar los cuerpos del precipicio. “No me dan las piernas y los brazos, ellos eran mis mejores amigos”, expresó uno de ellos, pero tras las súplicas y el llanto desconsolado de una tía que estaba en el lugar, bajaron y entre cuatro los sacaron. Ella (la tía) deshojó un pequeño árbol de nin que estaba cerca del lugar y cubrió los cuerpos con las ramas.

Los familiares exigen justicia por el homicidio cometido y esperan respuesta por parte de las autoridades, para que capturen a los asesinos.

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