Funcionarios policiales asesinan a joven comerciante en Trujillo
Una mañana de febrero, Yolvis Alfonso Godoy Lugo salió de su residencia, ubicada en la población de La Catalina de Monay, municipio Pampán, del estado Trujillo, a distribuir su queso artesanal.
Abordó su motocicleta y bajó al centro de Monay, donde tenía que pasar frente a la estación policial motorizada, pues era su recorrido habitual. Quienes lo vieron por última vez, explican que a las 12:00 p.m. de ese sábado, 15 de febrero, los funcionarios lo detuvieron e ingresaron a la comandancia, reseñó El Pitazo.
Sus familiares no supieron más nada sobre él hasta la noche del domingo 16 de febrero, cuando su cuerpo, golpeado, con desprendimiento de testículos y con dos heridas de bala, reposaba en la sala de autopsias del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf) en el hospital de Valera.
“Tenían la autopsia lista y decían que era de Carache”, comentó un allegado, quien, por seguridad y miedo a represalias, pidió resguardar su identidad. Nunca les avisaron a los familiares para que reconocieran el cadáver. Las autoridades actuaron rápido para sellar el expediente.
Los medios regionales publicaron que Godoy era un delincuente y le habían incautado un revólver calibre 38 milímetros. Se había enfrentado a los policías en el sector La Garita, de Pampán. Esta es una zona que a juicio de los declarantes, nunca transitaba la víctima. Aquella historia para ellos estaba lejos de la realidad.