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Empresario Henry Bencomo: “Mi esposa y yo no somos estafadores”

Una comisión del Sipez detuvo al propietario de la empresa de seguridad Bencomo-Romero por una presunta estafa en la venta de una vivienda en El Milagro. La víctima, junto con su compañera sentimental, recibió una medida libertad luego por parte de un juez de control

Luego de ser injustamente detenido junto con su esposa por el Servicio de Investigación Penal (Sipez) de la Policía del Zulia, tras una denuncia por un supuesto delito de estafa, el empresario zuliano Henry Bencomo ofreció una rueda de prensa para aclarar que él y su compañera sentimental, Orolina Romero, no han cometido ningún delito.

“Mi esposa y yo no somos estafadores. El lunes 10 de octubre diez oficiales del Sipez se presentaron con armas largas en la vivienda que actualmente tengo al cuido, y donde vivo con mi esposa, hijos y nietos; y nos llevaron engañados a los dos hasta su comando para tomarnos una entrevista.

Una vez allá llamaron supuestamente a la fiscal y ella dio la orden de aprehensión. Nos detuvieron y que por una estafa. Tuvimos 48 horas detenidos, nos presentaron en tribunales y como me ven, aquí estamos: libres y somos inocentes de lo que se nos acusa”.

Henry Bencomo y su esposa, Orolina Romero, ofrecieron la rueda de prensa este jueves 13 de octubre.

Bencomo, quien es dueño de la empresa de seguridad Bencomo-Romero y que presta sus servicios en el C. C Gran Bazar, estuvo acompañado de su esposa, Orolina Romero; su abogada, Karla González; y los propietarios Heriberto Fuenmayor, Jesús Hierro, Naibelys Andrade, Jefferson y Josué Fuenmayor.

Sus hijos, sus pequeños nietos: un niño de seis meses y una niña de 2 años; y varios familiares y amigos, también le dieron apoyo moral en su declaración.

No tuvimos por qué estar preso en ningún momento, porque si hay un problema entre la sociedad civil Vereda (denunciante) y la propietaria de la casa donde estoy al cuido, debió ser entre ellos el problema, no conmigo. Quiero aclarar que seguiré haciendo mi buen trabajo de seguridad en el centro comercial”, precisó.

El empresario acotó que los policías lo acusaron de estafador, porque alegaban que la vivienda donde reside tiene un proceso legal y que él quería venderla. La vivienda está ubicada en la avenida 2 (El Milagro), al lado de E/S La Calzada.

Un grupo de propietarios del C.C. Gran Bazar acompañó al empresario Henry Bencomo.

“Eso es falso. Hace cinco años la propietaria de la casa le colocó un aviso de venta a la casa, pero hace año y dos meses ella se fue con su familia al exterior y nos dejó a nosotros allí al cuido. Fue cuando nos dio la orden de colocarle en ese aviso mi número telefónico y el de mi esposa, para simplemente dar el precio de la vivienda y si hay algún interesado que se dirija con ellos”, aclaró.

Henry Bencomo aseguró que “realmente no tengo ningún conocimiento sobre la situación legal de esa casa, pero sí tengo seguridad que la señora que me dejó ahí, la propietaria, tiene toda su documentación en regla. Ellos nos autorizaron a que viviéramos ahí el tiempo necesario, hasta que hubiera un interesado en comprar la casa”.

En cuanto al trato que recibieron en el comando policial, los esposos Bencomo-Romero manifestaron que los llevaron a una oficina a tomarles declaración, a ambos los aislaron y les hicieron varias preguntas. “Estuvimos en los calabozos de la policía, mi esposo estuvo en sola, en llanto, esa situación nunca debió vivirla”.

El padre de familia y abuelo añadió que “el juez me da una medida de  libertad porque no había ninguna prueba de que quienes me estaban acusando fueran dueños de esa casa, y como tal la denuncia no procede”.

Hoy estamos totalmente libres y no tenemos responsabilidad ante las autoridades. Limpiar nuestro nombre y el de la empresa es lo primordial. Le recomendamos a la Justicia venezolana, y a todos los que trabajan como policías y funcionarios, que trabajen como debe ser, de la mejor manera, alineados a la legalidad”, precisó.

Hombre intachable

Heriberto Fuenmayor

Un grupo de propietarios del centro comercial Gran Bazar acompañó al empresario Henry Bencomo durante el amargo momento que le tocó vivir. Heriberto Fuenmayor fue uno ellos: “Tenemos una relación de amistad de cuatro años y al señor Bencomo, ante sus responsabilidades dentro del centro comercial, ninguno puede hacer una objeción o crítica, porque la seguridad del estacionamiento e interna ha sido un éxito”.

“Como propietario doy fe pública de quién es nuestro gran amigo y compañero de labores Henry Bencomo. Él no es un delincuente, no es un bandido y no es en lo absoluto una mala imagen para Gran Bazar, como propietario seguimos apoyando su trabajo, su gestión, porque el centro comercial ha cambiado y ha demostrado a clientes y propietarios que es un lugar seguro”.

Jesús Hierro, también propietario y fundador del centro comercial, le dio el espaldarazo al jefe de seguridad del C.C Gran Bazar y destacó que “tengo cinco años conociendo al señor Bencomo y no sé por qué fue expuesto al escarnio público de esa manera, conocemos su proceder, su manera de trabajar y hasta los momentos sabemos de su labor intachable. Es una persona cabal y responsable en su trabajo”.

 

"Sabíamos que esto pasaría muy rápido, el señor Bencomo hoy está sentado aquí, absuelto totalmente y sin ningún tipo de medida de presentación, lo que demuestra que para la justicia fue muy fácil ver que no había ningún delito. Fue un malentendido que no viene de las mejores intenciones, se nota una mala intención hacia su imagen, en estos cinco años que lo conozco ha demostrado ser intachable”, detalló Hierro.

Daño moral y a la reputación

La abogada Karla González, a cargo de la defensa de Henry Bencomo y su esposa, reiteró que la pareja fue llevada “bajo engaño hasta el Sipez a una entrevista, donde supuestamente formularían preguntas de rutina pero una vez en el sitio les informan que van a quedar privados de libertad, previa disposición del Ministerio Público que ya conocía de la causa en curso”.

La profesional del Derecho destacó que la controversia penal en la que se vieron señalados sus clientes “se degrada de un procedimiento civil, porque ya la fiscal que conoció la causa en materia penal está clara que el señor Henry y su esposa no tienen nada que ver con la propiedad de la vivienda y que están allí en calidad de cuidadores, y que cualquier tipo de acción de mejoras e incluso de negocio que pueda hacerse en esa propiedad, está al tanto la dueña”.

Dra. Karla González

González explicó que por causa civil se refiere a que “hay una demanda interpuesta en contra de la dueña legítima de la casa, demanda que la hace a su vez la sociedad civil Vereda, donde hay muchos elementos probatorios de falsificación de documentos, elementos que realmente no podemos tocar en este punto porque son claves para el desenlace de la demanda que tenemos por los tribunales civiles”.

Hoy el señor Bencomo y su esposa se encuentran libres, al frente de sus negocios e intentando limpiar de alguna manera su nombre y su reputación, el de ellos y el daño moral que se le causa a su familia y a sus allegados más cercanos”, agregó.

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