El precio de una lacrimógena equivale a una radioterapia
Las bombas lacrimógenas reaparecieron en la marcha opositora que pretendía llegar al Consejo Nacional Electoral el miércoles pasado. Es uno de los pocos productos que escasean en el mundo y su precio esta rodeado por el secretismo. En gunbroker.com, un sitio web que subasta armas, el costo promedio por unidad es de 40 dólares, que al cambio de la tasa flotante (Bs. 400) equivale a 16 mil bolívares. Con ese monto se pudiera pagar una sesión de radioterapia, cuyo precio es de 10 mil.
En el Proyecto de Ley de Presupuesto del 2016 se le asignaron 2,4 millardos de bolívares a la Fuerza Armada Nacional para la compra de armamento. Y es todo lo que se sabe sobre el asunto. “Hasta ahora eso es un secreto arcano. Estamos esperando quién aporte la información que se requiere para tener conocimientos de esas erogaciones del erario”, explica el diputado Edgar Zambrano, presidente de la comisión de Defensa y Seguridad de la Asamblea Nacional.
El Poder Ejecutivo tampoco le ha rendido cuentas a la comisión de Política Interior ni a la de Finanzas. Rocío San Miguel, presidenta de la ONG Control Ciudadano, indicó que la adquisición de equipos antimotín es una información clasificada “absolutamente” desde el mismo Estado. “Además, son equipos que se le compran a China en paquete”.
Un informe técnico de la Universidad Central de Venezuela, citado por Últimas Noticias, indicó que entre obreros, empleados y profesores recolectaron en los predios de esa casa de estudios dos mil 310 restos de bombas luego de la marcha estudiantil del 12 de febrero de 2014, Día de la Juventud.
El tratamiento
Un paciente de cáncer promedio puede requerir 25 sesiones de radioterapia y seis ciclos de quimioterapia, cuyo costo es de 35 mil bolívares cada una, de acuerdo con María Isabel Vargas, médico oncólogo de la clínica La Sagrada Familia.
“Las quimioterapias las da el Seguro Social, las tienen por medicamentos de alto costo. Pero hay otros que no da el Seguro, como analgésicos y antibióticos que no se consiguen y las personas tienen que comprarlas a precio de bachaqueo. Ese es un gasto adicional”.
Los pacientes de Vargas, especialista en radioterapias, le comentan que al Instituto Venezolano de los Seguros
Sociales (Ivss) ya comenzaron a llegar fármacos para el cáncer de mama, desaparecidos desde hacía meses. “Hay algunos medicamentos que cuesta mucho conseguirlos”.
El pasado 10 de mayo Versión Final publicó un reportaje sobre 200 niños del Hospital de Especialidades Pediá- tricas (HEP) que se quedaron sin tratamiento oncológico. Ludis Ruiz, por ejemplo, debió ir hasta Colombia a buscar el Ara-C para su hija de 14 años, que padece de Leucemia Linfoblástica Aguda (LLA).
Richard Hill, secretario Regional de Salud, responsabilizó al Ivss por el retraso en la entrega de los tratamientos. “Si los padres están protestando, los acompañamos en su lucha, porque somos una familia”.
