El diario plural del Zulia

Despedida dolorosa

La casa de la abuela materna de los pequeños Sebastián (4), Melanny (8) y Marly Núñez Gil (14), en San Francisco, estaba repleta. En medio de la sala reposaban los féretros de Sebastián y Marly.

El dolor impregnaba el aire. El cielo se vistió para despedir a los dos pequeños, quienes murieron carbonizados la madrugada del domingo, en la vía a Perijá, cuando el conductor de una camioneta Ford Eco Sport plateada, impactó la parte trasera a un Fiat 132 rojo, donde también viaja su hermana mayor, Melanny. Ella murió 24 horas después del fatal accidente.

En la residencia los familiares de los niños no desamparaban los ataúdes. Mary Carmen Gil y Eddy Danny Núñez, padres de los pequeños, estaban desconsolados. En varias oportunidades se abalanzaron y le pedían a sus hijos que se levantaran.

“Mis niños están durmiendo”, repetía Mary Carmen hasta el cansancio. La mirada perdida evidenciaba el dolor que puede sentir una mujer al perder a sus tres hijos.

Desde el domingo lloraba a Merlys y Sebastián. Ayer, a las 7:30 a. m., su corazón recibió otro duro golpe: Melanny no resistió las quemaduras en el 90 % de su cuerpo y murió producto de un paro respiratorio en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Coromoto de Maracaibo.

Mary Carmen y Eddy estaban divididos, no sabían si acompañar a sus dos niños o estar con la adolescente, pero las malas noticias los arroparon al recibir la llamada que anunciaba la muerte de su segunda hija. Los gritos retumbaron en la calle 2 de la urbanización Villa Chinita. Sebastián y Merlys fueron enterrados ayer a la 1:30 p. m., en el cementerio Jardines de La Chinita.

“Mary Carmen y Eddy querían enterrar a los tres juntos; pero con el papeleo todo fue imposible y enterraremos a Melanny mañana a las 10:00 de la mañana”, relató Eddy Núñez, tío de los menores.

Los niños del grupo Índigo llegaron a velorio. Entonaron varias canciones, donde más de uno se quebró. Yo te extrañaré, de Tercer Cielo, la canción favorita de Marly, Mi Princesa, fueron entonadas. Los presentes corearon varias estrofas, luego, el llanto impregnó las paredes de la residencia.

Niños ejemplares

Profesores, amigos, parientes de las víctimas, los recordaron como ejemplos a seguir. Melanny y Marly eran bailarinas por excelencia. Por su parte, Sebastián era el alma de la familia: alegre, risueño, soñador, juguetón, fueron algunas de las características.

La mayor de los hermanitos cursaba cuarto año de Bachillerato.

“Era una niña aplicada. Su promedio era de 18 y 19 puntos. A ella le afectó mucho que sus padres hayan decidido irse a Delta Amacuro y se regresaron a Puerto Escondido, en Santa Rita, por petición de Marly”, recordó una de las profesoras de la menor.

Melanny estudiaba tercer grado, era amante del teatro, buena alumna, colaboradora y servicial, aseguró Yaesibit Albornoz, maestra de la niña. Sebastián estaba en preescolar.

El detenido Johanns Jairo Romero Villasmil, de 37 años, se encuentra detenido en la sede de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), en San Francisco. Se conoció extraoficialmente que al hombre lo imputarán por el delito de homicidio culposo.

Expertos en materia penal fueron consultados y algunos difieren de la decisión. “Si el hombre estaba bajo los efectos del alcohol debería ser acusado por cometer homicidio intencional y debería purgar una pena mínima de 17 años”, aseveró José Parra, abogado.

Por otra parte, Mairelys Márquez, abogada penal, aseveró que es necesario realizar todas las experticias para determinar si se trata realmente de homicidio culposo o intencional.

“Si el vehículo presentó alguna falla, podría determinarse que fue culposo y podrían otorgarle medida cautelar bajo régimen de presentación, pero si se establece que no hubo desperfecto mecánico se le acusaría de cometer homicidio intencional y su pena sería de 10 a 27 años de cárcel”, precisó Márquez.

Los lesionados se encuentran estables. Kimberling Olano presentó quemaduras en el 40 % del cuerpo al igual que Yorgene Portillo.

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