El diario plural del Zulia

Crimen de la abogada estuvo plagado de saña

“Ese asesino esperó que mi hermana no respirara más para salir de la habitación, luego de apuñalarla 18 veces y degollarla”, relató Geovana Cegarra Sánchez, hermana de Olga Lucía Pineda Sánchez, de 28 años, asesinada por orden de su exesposo Luis Rafael Gutiérrez Morales, de 27, el pasado 17 de marzo, en la vivienda materna, ubicada en la urbanización Los Aceitunos, cerca de La Limpia. Los detalles escabrosos se dilucidaron un poco para la familia de la abogada, quien fue torturada por un lapso de 20 minutos aproximadamente.

Luis Rafael ordenó su muerte por la casa que ambos construyeron cuando eran pareja, valorada en 50 millones de bolívares, ubicada en la tercera etapa de la urbanización La Victoria. Su divorcio se finiquitó el 20 de enero, pero Olga venía padeciendo un infierno que jamás imaginó. “Cuando mi hermana se fue conmigo a Valencia, ese hombre le dio las llaves de la casa a su hermano para que la desvalijaran para así lograr que ella se fuera de allí y quedarse con la vivienda.

Se robaron hasta los útiles escolares de las niñas”, prosiguió Geovana. Un perito evaluó el lugar. Aseguró que el valor de la casa llegaba a los 50 millones de bolívares. Luis Rafael la quería para él. Sus padres viven diagonal al lugar. Olga le manifestó que le pagara la mitad del costo total, pero él accedió en cancelar solo 20 millones, a lo que ella se negó, lo que enojó al hombre, quien la amenazó con ir hasta los Tribunales.

Mientras la consanguínea de Olga daba detalles, su progenitora, Ana Sánchez, caminaba incesantemente llorando y repitiendo: “Desgraciado, ese me la mandó a robar y matar”. “Una semana antes de que mataran a Olga, un motorizado la interceptó y robó su cartera, donde estaban las llaves de la casa de mis padres.

Ellos no cambiaron las cerraduras y fue así como ingresaron sin contratiempo alguno y cometieron el supuesto robo que era realmente el asesinato de mi hermana”, agregó la mujer. Olga estaba siendo acechada por el padre de sus dos hijas, de cuatro y dos años, desde que iniciaron el proceso de separación. Meses le llevó al hombre dar por consumado su crimen, pero su objetivo no era asesinar solo a Olga, también a la madre de ella.

“‘El Chivo’ (Richard José González Aizpirua) declaró a los funcionarios de la Policía Municipal de San Francisco (Polisur) que Luis Rafael y su hermano, Jonathan Josep Gutiérrez Morales, le mostraron una foto de mi mamá y Olga, donde les dijo que ambas eran los objetivos. Aunque en el Ministerio Público no quisieron rendir declaraciones, quedó asentado en su expediente y se comprobó a través de varias llamadas telefónicas efectuadas entre ellos tres, que jamás dejaron de contactarse”, agregó Cegarra. ¿Por qué la jueza vive?

Una misa de acción de gracias realizaron en honor a Ana Sánchez. Aunque era otra de las víctimas, su muerte no se concretó por desacuerdos entre los homicidas y autores intelectuales. “Mi mamá está viva porque ‘El Chivo’ se molestó al ver que no encontraron todo el inventario que Luis Rafael había hecho para ellos. Él le prometió que encontraría joyas de oro en la casa, pero mi papá (Antonio Sánchez), al ver que robaron a mi hermana, decidió venderlas por temor”, destacó. El pago total por el asesinato eran dos millones 600 mil bolívares.

El lunes 20 de marzo, “El Chivo” le envió a Jonathan, quejándose por no recibir “lo acordado”, 600 mil bolívares, y amenazó con encender el celular, destacó la hermana de la víctima. Un botín incompleto se convirtió en la condena de Luis Rafael y Jonathan Josep. Creyendo haber cometido el crimen perfecto se empezaron a ver las costuras de su plan macabro.

Horas después del asesinato, funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Cientí cas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) liquidaron a Reinier Antonio González González, de 26 años, apodado “El Pupi”, uno de los delincuentes que penetró el hogar de los Sánchez Pineda. Maquiavélico En control psicológico se encuentra la familia Pineda Sánchez. La experta afirma que Luis Rafael es un ser maquiavélico, estuvo en Los Aceitunos el día del crimen, incluso “busco apoyo” de un psicólogo para ellos y sobrellevar la pérdida.

Una corona de ores envió en su nombre a los parientes de Olga Lucía. “Luis manipuló a mis sobrinas, la mayor no quería vivir con nosotros porque le repetía insistentemente en que si se quedaba en nuestra casa la obligarían a dormir.

Ella empezó a rechazarnos y ella le contó a la psicóloga el motivo”, recalcó. La pequeña se encuentra ensimismada, sus tíos han sido un soporte, aunque todos los días cuenta cómo “los hombres malos” le hicieron daño a su mami. Luis Rafael, Jonathan Josep, “El Chivo” y Osmel Darío López Montiel, alias “El Coro”, se encuentran recluidos en la sede del Eje de la Mancomunidad Policial, en San Francisco, esperando que se cumplan los 45 días reglamentarios, a inicios de mayo para determinar su pase o no a juicio. Hoy habrá una misa en honor a Olga, en Los Olivos, tras cumplirse un mes del vil asesinato.

Lea también
Comentarios
Cargando...