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Conozca a La Romareña: de granja familiar a escena del crimen

El caos en el barrio Las Flores, donde se ubica el club campestre, iniciaba a las 3:00 a.m. cuando empezaban a retirarse algunos jóvenes de las fiestas Open. En la granja hay un escenario similar a un anfiteatro, piscina y estadio de softbol. "Habían muchachas que le bailaban a hombres por 20 dólares", dijo una veicina.

Tiros al aire, pedradas a las fachadas de sus casas y hasta un perro muerto a golpes, fueron solo algunos de los estragos que cada fin de semana padecían los vecinos de la calle 95 del barrio Las Flores, tras las noches de farra que se vivían en La Romareña.

El caos comenzaba a las 3:00 a.m y podía extenderse hasta las 10:00 a.m., cuando una muchachada −chicas y chicos menores de edad− desfilaba ebria, en trajes de baño, descalzos y sin franelas, por una extensa trilla de arena, que los comunicaba con el corredor vial Los Bucares.

Al cumplirse dos semanas del homicidio de Alejandra Rivera (17), Versión Final acudió hasta el complejo campestre, ubicado a 15 minutos de la ciudad, en la parroquia Francisco Eugenio Bustamante, donde la policía halló el cadáver de la joven en avanzado estado de descomposición.

Foto: Alejandro Paredes.

Luego de un intrincado trayecto de tres kilómetros en carro que inició al cruzar en el sector “La Ye”, en la esquina de la carnicería El Gran Porky, el equipo periodístico llegó al recóndito lugar por una calle sin pavimento, rodeada de basura, parcelas abandonadas, de algunas viviendas en ruinas y de al menos otras 15 casas que exhibían carteles de venta.

Justo a mitad del camino, antes de llegar a la carretera que comunica con la vía hacia La Concepción, se divisaba el club campestre La Romareña, que en otrora fue una referencia para encuentros familiares, empresariales y hasta incluso eclesiásticos.

A lo lejos de la imponente estructura, cercada en su totalidad por una larga pared de bloques sin frisar y por un corroído portón de rejas celeste, se observaban altos chaguaramos, una cerca electrificada y unas cinco cámaras de seguridad que apuntaban hacia la parte externa e interna.

Foto: Alejandro Paredes

En su interior, no sólo cuenta con una amplia piscina, sino también con áreas verdes, un campo de softbol, una construcción de dos plantas a medio andar, varias habitaciones y hasta un anfiteatro para conciertos, similar al construido en la plaza República de Maracaibo.

Foto: @laromarena

Desde hace un año los residentes del barrio Las Flores empezaron a notar el cambio de gerencia en el club campestre, luego que su dueño, "el señor Zambrano", partiera a EE.UU. y dejara a cargo a su sobrino funcionario –hoy detenido– de nombre Jairo Charris (25), alias “Jairito”, y quien pertenece al grupo ERE de la Policía Regional del Zulia.

Cuando estaba el dueño solo pasaban buses rojos con grupos de PDVSA, y familias que venían en carros y camionetas. Él hasta tenía un bus pintado, en el que traía y llevaba a la gente. Ahora solo pasaban puros chamos a pie o en moto”, dijo Elvia Quintero, habitante del sector por 15 años.

La vecina aseguró que a las 3:00 a.m. comenzaba su insomnio: “A esa hora, cada sábado y domingo, salían de la granja muchos menores borrachos, alzados y escandalosos. Cada vez que salían hacían tiros al aire, le caían a piedras a las casas y hasta mataron a palazos a un perro”.

Foto: Alejandro Paredes

El descontrol parecía apoderarse del club campestre, al punto que según la mujer “hace unas semanas estaban rodando uno de esos videos cortos (Tik Tok), en el que salían varias muchachitas bailándoles depravadamente a puros hombres, y por eso les daban 20 dólares”.

Elvia recordó que aquel domingo 31 de julio, un tío de Alejandra llegó a La Romareña para preguntar por el paradero la chica. “Allí en la granja le dijeron que fuera a otro sitio por aquí cerca, que allá estaba el encargado y él podía darle razón. El tío fue y no halló a nadie, regresó a la granja y ya estaba acordonado por la policía, pero el ERE no la PTJ. No tardó 40 minutos”.

Foto: @laromarena

Jesús, un albañil de unos 55 años y con 24 meses residiendo en Las Flores, se unió a la conversación entre la moradora y este equipo reporteril. “Los trabajadores de la granja dijeron que el encargado mandó a buscar a la chama por las áreas y no la hallaron. La encontraron afuera, al lado la granja, por la entrada de un barrio abandonado que tenía unas piezas tumbadas”.

Foto: Alejandro Paredes.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Según y que ella estaba a la vista –continuó el hombre−, no metida ni escondida. Pero el tío cuando fue a buscarla no la vio, seguramente allí hubo un complot, escondieron evidencias o acomodaron todo para decir que la mataron afuera de la granja. Todo está raro”.

El pasado martes, el Cicpc ofreció detalles sobre el homicidio de Alejandra Rivera: Orlando Morales (29), “El Gato” (preso), llevó a la joven a La Romareña para encontrarse con Ángel Sandoval (32), “El Guajiro”. Este último –ahora prófugo− se enfureció al ver que la adolescente bailó con otros hombres y tras protagonizar una discusión la asfixió hasta causarle la muerte.

Tanto el organizador de la fiesta, Alexander Edwards (27), “La Boly”; y el encargado del lugar, Jairo Charris (25), “Jairito”, también fueron detenidos, según la policía científica, por permitir el ingreso de una menor de edad a la fiesta.

Foto: Alejandro Paredes.
Foto: Alejandro Paredes

 

 

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