El diario plural del Zulia

“Chabelita” también era maltratada por su madre

La pequeña Ana Isabella Sulbarán Jiménez, “Chabelita”, de 7 meses, fue sepultada ayer en una pequeña urna blanca en el Cementerio San Francisco de Asís. Javier Atencio Montiel de 22 años, conocido como “El Guajiro”, es el señalado de tan fatídico final.

Ana Isabella, además de ser golpeada y abusada por el padrastro también era maltratada por su madre. Ayer, en una humilde ceremonia, familiares y amigos de los Jiménez la acompañaron hasta su última morada en el cementerio San Francisco de Asís.

Allí María Sulbarán, tía de la niña, comentaba indignada cómo ese hombre llegó a la vida de su hermana para destruirla. Del padre biológico, llamado Miguel, se supo que trabaja en el centro de Maracaibo y al parecer allegados a la familia le notificaron que su única hija había muerto. “No estuvo en el velorio. No sabemos qué le pasó porque él la quería mucho”, dijo María.

Para ella, la ausencia del progenitor se debió a que es de nacionalidad colombiana y no cuenta con la documentación para desplazarse por la ciudad. Agregó que por ser su primogénita intentó en varias oportunidades quitársela a Emely Sulbarán, madre de la infante, pero por falta de papeles no logró su cometido.

A la par que María conversaba con Versión Final, vecinas y allegadas decían: "Aunque se tu hermana tienes que decir la verdad. Emely también maltrataba a la bebé y al resto de sus tres hijos. No puedes tapar el sol con un dedo”

La mujer, quien quedó encargada del cuidado de sus sobrinos de 4, 5 y 7 años, dijo avergonzada que los menores vivían con ella y la abuela de estos, pero por la crítica situación económica, se los había entregado a Emely. Sin embargo, y por las informaciones de los vecinos, sobre los maltratos a los que estaban siendo sometidos todos los niños, ésta decidió buscarlos hace una semana.

“Me los entregó deshidratados y golpeados. Una de las niñas me dijo que ‘El Guajiro’ le pegaba en la barriga, le pisaba duro sus piecitos y a uno de ellos hasta le arrancó el pelo. También nos dijo que tocaba las partecitas íntimas de Ana Isabella”.

Ante estas aberraciones, la tía aseguró que habló con Emely para denunciar a “El Guajiro”, pero ésta la frenó, al parecer, por sentirse amenazada. Y es que el hombre tenía antecedentes violentos, incluso ha estado preso, aunque desconocen el delito. “Mi hermana es muy inestable. Dejó al padre de la niña cuando tenía apenas meses de haber parido y de una vez se metió a vivir con este hombre, que ni siquiera sabíamos de dónde venía”, refutó la familiar. La familia de la pequeña cree que este sujeto está “enconchado” en La Guajira, en La Cañada de Urdaneta o en Colombia, donde tiene familiares.

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