Asaltantes ultiman a balazos a una ingeniera
Mildred Faría Atencio salió junto con su madre de una farmacia situada en el centro comercial Valle Claro, en la “calle del hambre”, sin pensar que sería víctima de asaltantes, cerca de las 6:00 de la noche del sábado, quienes pretendían despojarla de su carro, pero a pesar de que no se resistieron, las balearon.
El hecho se registró cuando ambas habían ido a la farmacia para comprar un refresco, que compartirían en una parrillada. Tras salir del establecimiento, abordaron una camioneta Hyundai Santa Fe, propiedad de la víctima, ingeniera agrónoma de 45 años, asistente al gerente general de Produsal, con residencia cerca de Valle Claro.
Dos delincuentes apuntaron con un arma de fuego a Faría. Le gritaron que entregaran las llaves de la camioneta. La mujer no se resistió, sin embargo, las puertas posteriores no abrieron, por el seguro infantil.
Uno de los malandros, enardecido, le disparó en la espalda, perforándole el pulmón izquierdo, además de causarle otro impacto de bala en el hombro derecho. Indignada, la madre de Faría, Elena Atencio (60), salió de la camioneta y le reclamó a gritos: “¿Qué te pasa con mi hija?”, pero el hampón le respondió con un balazo en la región abdominal, antes de huir con su compinche.
Fuentes ligadas a la investigación afirmaron que a los zagaletones los esperaban otros maleantes experimentados, dedicados al robo de vehículos y a la extorsión, a bordo de una camioneta Cherokee, a pocas cuadras del lugar. Están identificados, añadió el informante policial.
Calvario
Junto con las mujeres había una tercera persona, que se había embarcado en la camioneta. Se trataba de la hermana de Mildred, quien debió esperar que los antisociales huyeran, para pedir ayuda a funcionarios policiales que patrullaban por la zona.
A la ingeniera y a su madre las trasladaron esa aciaga noche a un centro de salud situado en el corredor vial Amparo-Las Lomas. La profesional universitaria, con estudios de Mercadotecnia en Canadá, falleció.
Mientras que Atencio, luego de ser atendida en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), fue pasada a una habitación, donde se recupera. La ingeniera deja en la orfandad a dos hijos, uno de 11 años y otro de nueve.
