Ángel de Jesús escapó del cuidado de su abuelo y murió ahogado en el Lago
Un pequeñito de apenas 4 años, identificado por sus familiares como Ángel de Jesús León Ochoa, murió ahogado la tarde del domingo en una playa del Lago de Maracaibo, ubicada cerca de la Cervecería Regional, en la avenida Los Haticos.
El pequeño se encontraba en su vivienda en el barrio Chocolate bajo el cuidado de su abuelo, quien justo en ese instante estaba cocinando, cuando un primito lo convidó a jugar en una plaza cercana a la playa conocida como Acapulco.
En medio de su inocencia el niño se adentró al Lago y supuestamente se sumergió en uno de los tantos agujeros que hay en la orilla. De inmediato el primo que lo acompañaba corrió hasta su casa para buscar ayuda, pero cuando llegaron sus familiares el menor ya había fallecido.
En la sala de la humilde vivienda del pequeño, construida con láminas de zinc como paredes, Rita Sierra, abuela paterna de Ángel de Jesús, contó a Versión Final que el niño salió de su hogar a la 1:00 p.m. en compañía de su primito de apenas 6 años de edad.
Luego de una caminata de 20 minutos aproximadamente, los jovencitos atravesaron la avenida Los Haticos para poder sortear un terreno baldío, lleno de escombros y basura para acercarse a la playa Acapulco donde aparentemente murió.
El papá del menor, de nombre Antonio León, es pescador y contó que se encontraban en sus faenas en el Lago cuando ocurrió el lamentable hecho. Precisó que la mamá de su único hijo falleció cuando él tenía meses de nacido.
Mientras su papá se encontraba trabajando, los tíos, primos y abuelos de Ángel solían cuidarlo. Una de sus tías comentó que desde que nació el niño “siempre han estado pendientes de él y de lo que necesitaba”, e incluso manifestaron que “a su papá lo aconsejaban mucho y siempre lo guiaban para que diera una buena crianza a su hijo”.
El equipo reporteril de Versión Final se dirigió hasta el lugar donde falleció el niño y se encontró con un recolector de basura, quien dijo que en ese terreno se encontraban las bandas de delincuentes y que hace poco hubo “un tiroteo allí, donde tuvo que intervenir la GNB”. Por lo que el señor, caracterizó la orilla de la playa como una zona “muy peligrosa”.
En la casa de la familia León Ochoa yacía el pequeño féretro blanco del niño, sus familiares entre lágrimas estaban reunidos para darle el último adiós al pequeño angelito, quien fue enterrado al mediodía de este martes 6 de diciembre en el cementerio La Chinita.
