Al chofer de la Silverado "lo sacaron mareado, vomitó y siguió caminando"
Otra imprudencia al volante segó la vida de Carlos Fuenmayor (21) y su tía Nury Chacón. El joven salió de una calle que comunica el sector San José con la C-1, a las 7:30 de la noche del lunes, en su Ford Taurus donde iba junto a su pariente y otras tres personas, que resultaron heridas.
Al intentar tomar la peligrosa vía rápida, la camioneta Chevrolet C3500 blanca, conducida por Sigiberto Rafael González, de 51 años, lo impactó. El choque fue tan fuerte que la unidad de carga quedó incrustada sobre el carro.
Los trabajadores y vecinos de la zona conversaron con Versión Final sobre cómo ocurrió el mortal accidente.
“Dieron varias vueltas en la carretera hasta que se estrellaron ambos, porque estaban uno arriba del otro, contra el puente de San José”, rememoró Ender Barrios, trabajador de un ‘autoperiquitos’ diagonal a EPA.
En ese momento, todos los involucrados en el accidente aún permanecían con vida y los carros no se habían prendido en llamas.
En un video grabado por residentes de la zona se aprecia cómo González Tejeda, ebrio y quizás desorientado por el latigazo, es sacado de la camioneta con ayuda de los vecinos que se acercaron al lugar.
Los gritos de desesperación de los ocupantes del Taurus y el bullicio de quienes espontáneamente se acercaron a ayudar, poco le importaban. Parecía no estar consciente de la tragedia que había ocasionado, ni el infierno que se vivía a su alrededor.
“Se notaba mareado, no se sabe si por el golpe o por la borrachera”, dijo Ender. El chofer de la Silverado caminó escasos metros por sí mismo, pero tambaleándose, y se sentó en la acera del puente. “Vomitó y siguió caminando, como si no pasara nada”, expuso el testigo.
También tenía “algo de sangre” en la ropa y la piel por las heridas que le dejó la colisión. Según información extraoficial, el hombre se encontraría detenido en la sede de la PNB del sector 18 de Octubre a la espera de investigaciones.
Contaron los presentes que al sujeto se lo llevó del sitio una ambulancia hacia el hospital Coromoto, para la evaluación médica habitual en accidentes viales. En el centro médico fue detenido por la PNB porque una prueba de alcoholímetro arrojó un 0.046 %, cuando el límite permitido es 0.025 %.
Piden justicia
"¿Cuántas muertes más tienen que pasar para que prohíban que las personas manejen borrachas?", se preguntó Irrael Torres, residente del sector San José.
El deceso de Carlos y Nury ha conmocionado a Maracaibo. En redes sociales, los ciudadanos piden justicia y exigen a las autoridades “la pena máxima” para castigar la negligencia de conducir bajo estado de ebriedad.
“El que sale a conducir en estado de ebriedad ya es un peligro, es responsable por sus actos porque no debió conducir así. Cuánta tristeza da cuando mueren inocentes. Dios, haz justicia”, comentó Jorge Chirinos en la cuenta Instagram de Versión Final.
Postura que secundó otra ciudadana, al denunciar que en Maracaibo “no hay vigilancia policial”.
“¿Dónde está la prevención del delito? No hay. Es el resultado de los imprudentes que beben y después salen a manejar como si nada. En Venezuela las leyes no funcionan, los delitos por accidente de tránsito son menores, no hay pena máxima”, refirió.
