El diario plural del Zulia

A reos ultimados en el retén los torturaron y mutilaron

Robert Arnoldo Giraldo Murillo (38), reo del pabellón C del retén El Marite; y su amigo Marcos David Gavidia Sánchez (22), recluso del pabellón B, ambos oriundos del estado Trujillo, fueron torturados, y uno de ellos mutilado antes de matarlos a balazos, según sus familiares.

Graciela Giraldo llegó el miércoles en la madrugada de Valera para retirar el cadáver de su hijo, Robert, en la morgue de Maracaibo, a donde ingresó el pasado martes a las 10:20 p. m.

La dama contó que Giraldo llamó a su esposa el martes a las 5:00 p. m., diciéndole: “Mami me están extorsionando, me piden que les entregue dos millones de bolívares. No me dejes morir, ya me cortaron tres deditos”.

Al recluso, apodado “El Mocho” desde sus cuatro años, tras perder su pierna izquierda en un accidente en la finca de un tío, le dieron un lapso de seis horas para que sus parientes entregaran la suma exigida.

La mujer de Robert, con miedo a identificarse, indicó llorando que ella como pudo y con ayuda, colectó un millón 800 mil bolívares y un televisor plasma. Los entregó en el centro de arrestos antes de la hora, pero igual lo ultimaron tras torturarlo.

A ambos amigos, luego de tirotearlos, los envolvieron en sábanas del mismo juego. A “El Mocho” lo dejaron en el patio para que los efectivos lo levantaran y a Marcos, alias “El Negro”, lo abandonadon en la vía a La Sibucara. Los homicidas regresaron “como Pedro por su casa a sus celdas y nadie hizo ni supo nada”, expresó un familiar de Gavidia, quien asegura que los reos actuaron “en complicidad” con los policías que custodian El Marite.

Robert ingresó al retén hace dos años por el delito de droga y Marcos por el delito de robo agravado

Biagio Parisi, secretario de Seguridad, informó que la intención de los reos era sacar a ambos muertos del penal pero no les dio tiempo. Por el crimen no hay policías detenidos, se espera detalles del caso.

Impacto y dolor

Marcos también llamó a su esposa pero para decirle que se iba a cambiar de “letra” para estar junto a su amigo “El Mocho” y que el miércoles, día de visita, cuando llegara de Valera con las pertenencias que le traía llegara directo hasta donde él estaba.

“Nunca me dijo que era extorsionado. Para mí lo mataron por ser amigo de Giraldo”, expresó la dama, quien recordó que al llegar al pabellón donde estaba su esposo todos la miraban.

“Nadie me decía nada. Le pregunté a un amigo por él y me contestó: ‘Vete y hazlo tranquila, a ‘El Negro’ lo jodieron”. Por miedo a que le hicieran algo, la joven tomó de nuevo sus bolsos con ropa y con sus ojos empañados salió directo hacia la morgue. Reconoció el cadáver y soltó el llanto que tenía acumulado en su interior. Ayer en la mañana entregaron los cuerpos. Los familiares de los reos solo temen por la vida de sus parientes, pues “ahora matan sin compasión, como hacían en la cárcel”.

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