El diario plural del Zulia

Papada: Inyección es más efectiva que la cirugía

Fármaco destruye las células grasas tras novedoso tratamiento indoloro

Orianna Martínez es delgada y tiene una dentadura perfecta. A sus 21 años, se siente atractiva. Su rostro es de rasgos profundos, practica fitness y su cuerpo derrocha firmeza, es vegetariana y no le gusta el licor, tampoco trasnocharse. Sin embargo, la belleza de su rostro tiene un escudo y es algo que la acompleja: el tamaño de su papada.

La joven es más que una cifra, y más allá de formar parte del 67 % de la población que reconoce estar preocupada por la grasa bajo la barbilla y en el cuello, según la Sociedad Americana de Cirugía Dermatológica (ASDS), sube varios escalones para ubicarse en un área superior a la preocupación, la frustración.

La ingeniera en sistemas no entiende cómo con una contextura delgada, sufre por este exceso. La grasa en el doble mentón está relacionada con diversas causas. El foco de las culpas suelen apuntar al sobrepeso, aunque no siempre se debe a ello, también la producen factores genéticos o de envejecimiento, como sucede con Orianna.

“La detesto”, asegura Martínez, aficionada a la fotografía, quien confiesa una de sus mayores frustraciones. “Le huyo a los selfies. Ese plano de la imagen me la hace ver más grande”, comenta quien por años ha tratado de cumplir con tips para reducir el tamaño de su papada. Lo ha hecho todo. Y nada.

Hay personas muy flacas con papada y les molesta esa grasa submentoniana y no logran quitar porque ejercicios para disminuir la papada, no hay”, suelta Susana Misticone, dermatóloga, quien habla de un novedoso y efectivo tratamiento para evitar ir al quirófano.

“Hasta hace poco el estándar de oro que existía para retirar la papada era la cirugía plástica, una liposucción o bien con cánula o asistida con láser o vibración, pero ahora tenemos un medicamento llamado ácido desoxicológico, que ha venido a llenar este espacio porque solamente con algunas inyecciones que colocamos, logramos reducir las adiposidades grasas”, sostiene.

Más efectiva

La liposucción a menudo deja la zona distendida, el ácido desoxicológico, con dos fórmulas avaladas por laboratorios estadounidenses y europeos, al ser inyectada en la grasa subcutánea, destruye literalmente las células grasas.

La Clínica Dermatológica Internacional explica en su página, que en lugar de vaciar las células grasas como otros métodos no efectivos a largo plazo, acaba con ellas para siempre. “Una vez eliminadas, esas células no pueden volver a almacenar ni acumular grasa”, se lee.

Misticone aterriza la explicación: “Funciona como una liposucción química con la ventaja de que no solo es capaz de romper las membranas de las células grasas, sino que logra producir colágeno, hacer una fibrosis buena y pegar la piel. La papada no va a quedar colgando, queda firme. Eso es lo mejor”.

“Yo escuché de esa fórmula inyectable, pero mi dermatólogo, que es un poco conservador, me dijo que el tratamiento estaba en fase de prueba”, comenta Orianna, sin saber que en mayo de 2015 la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA en sus siglas en inglés) aprobó el medicamento para eliminar la grasa del cuello en la mayoría de las personas sin necesidad de cirugía.

El tratamiento

La especialista venezolana garantiza que el tratamiento es muy poco doloroso. “Colocamos anestesia tópica en crema y el médico inyecta el medicamento en ciertas zonas y luego el paciente siente una inflamación en la zona, en algunos casos surgen hematomas, pero son efectos que pueden durar entre 10 o 12 días, hasta por dos semanas. Después, viene el resultado esperado”.

Misticone refiere que la papada suele crecer un poco antes de reducir la grasa. Cada aplicación se hace una vez al mes. “Tenemos pacientes que
con una sola aplicación se quedan sin papada, pero depende del caso. Se pueden hacer máximo cinco sesiones”, afirma.

Aclara que el ácido desoxicológico no es un tratamiento para adelgazar, sino para adiposidades localizadas y recomienda la orientación de un dermatólogo en su colocación porque hay algunos riesgos. “Hay que saber utilizarlo. Si se coloca en un sitio no debido puede producir úlceras en la piel o afectar los nervios”.

Orianna cuenta cómo llegó a dormir con mentoneras para reducir la grasa y la dermatóloga asegura que no suele haber una respuesta positiva con este procedimiento: “Claro que pienso arriesgarme. Voy a investigar bien, con un dermatólogo nuevo, la idea es acabar con esta incomodidad que incluso me ha afectado el autoestima”.

 

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