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Psicólogos: Padres y la escuela deben orientar a los niños ante turbulencia social

La psicóloga María Clemencia Mendoza Hitcher, observa en niños y adolescentes venezolanos síntomas comunes como el temor a la oscuridad. “Encontramos muchos terrores nocturnos y en algunos casos se acompaña de ataques de pánico"

Frente a la turbulencia social que hoy afecta al país, los padres y la escuela deben constituirse en las principales alternativas para generar en nuestra población infantil higiene mental, en opinión de la psicóloga María Clemencia Mendoza Hitcher, integrante del equipo de profesionales de la salud al servicio de la Fundación Centro ÍtalianoVenezolano (FUNDACIV).

Mendoza Hitcher,  percibe en la sociedad venezolana un cuadro de “turbulencia social”, que genera un “estado mental depresivo en niños y adolescentes,  con muchos signos de ansiedad”, donde destaca el papel que corresponde a los padres de familia y la escuela, en función de drenar angustias y potenciar las capacidades de respuestas en este frágil sector de la población.

La experta, estima que en el actual momento de crisis, resulta necesario para la población mantenerse enfocada y orientada hacia lo positivo, y que aun cuando el entorno pueda mostrar señales contrarias y se presenten situaciones tan desmotivantes como la falta de alimentación y medicamentos, fallas en los servicios públicos básicos, aconseja no contagiar a otros de ese desánimo, para evitar hacer de ese sentimiento individual un sentimiento colectivo. “Este es el momento de llevar nuestra resiliencia al máximo punto”, enfatizó.

Acerca de los síntomas más comunes que pueden observarse en los niños y adolescentes hoy día, la especialista destaca en primer lugar el temor a la oscuridad. “Encontramos muchos terrores nocturnos; es el síntoma con mayor prevalencia actualmente y en algunos casos se acompaña de ataques de pánico”, destacó Mendoza.

Otros padecimientos frecuentes en la consulta psicológica, son: hiperactividad motora, rasgos de ansiedad de leve a moderado, temor a salir a la calle por miedo a posibles protestas, dificultad para conciliar el sueño, estado de ánimo triste y tendencia a la agresividad, como forma de expresión de su malestar.

 El papel de los padres y la escuela

“Los padres deben modelar calma y compostura ante la crisis; de allí la importancia de mantenerse concentrados y enfocados.  Debemos recordar que somos modelos para nuestros hijos, y  ellos  van a imitar todas nuestras reacciones y capacidades de respuesta; por  ello, debemos transmitir sosiego, y siempre brindarles la seguridad que requieran, recomienda Mendoza Hitcher.

Es necesario evitar estallidos de llanto, rabia e ira”, expresó.

Considera que, ciertamente, lograr este propósito no es tarea fácil, dado que los padres actualmente están sometidos a muchos eventos agobiantes, entre ellos mantener un nivel de ingreso que les permita cubrir las necesidades básicas de sus familias, estar preparados para cualquier eventualidad o afrontar problemas personales.

Sugiere que el adulto practique la sana higiene mental entre sus hijos para brindarle la calma que necesita el hogar; pero que, sin embargo, “no deben negar la realidad existente, pues los niños y jóvenes están inmersos en ella, por lo que nuestras estrategias de respuestas deben ser lo más asertivas posible".

La psicóloga recomienda en momentos de la acentuación de los eventos críticos, dotar a niños y adolescentes de fuentes de iluminación; desarrollar junto a ellos actividades que les permitan distraerlos de la coyuntura, especialmente con el ejercicio de juegos lúdicos (stop., mímica, cartas, dados, etc).

Es preciso evitar, dice,  que inviertan muchas horas en las redes sociales buscando información acerca de lo que ocurre, pues es necesario mantenerlos  informado pero sin sobreexposición a ellas; ni caer en  rumores que solo aumentan la sensación de incertidumbre y el caos, "lo cual nos aleja del equilibrio", acota.

Recuerda a los padres que, entre ellos y sus hijos existe una conexión emocional, "por lo que es preciso ajustar de manera asertiva todas sus respuestas, para reflejar calma. Y si en algún momento sienten que su hijo está fuera de control,deben buscar ayuda profesional".

En cuanto al papel de la escuela, la experta estima que los educadores deben permitir a los niños y adolescentes hablar sobre sus experiencias. “En estos momentos la dinámica escolar debe reservar un espacio para el intercambio de experiencias sobre lo vivido. Es importante que ellos drenen sus angustias y miedos, y en este punto el educador debe siempre trasmitir un mensaje de seguridad, calma y esperanza”, agregó.

 

 

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