El diario plural del Zulia

El estado de ánimo es la verdadera razón detrás de la procrastinación

El “dejar para mañana” es un fenómeno que acaba con la productividad personal. Mejorar la forma de regular las emociones puede ser una de las mayores ayudas para superar este problema

Según la Real Academia Española (RAE), el verbo procrastinar se refiere a “diferir, aplazar”, y eso es lo que le ocurre a muchas personas cuando tienen tareas pendientes, y prefieren “dejarlo para mañana”. Pero no todo es culpa de la pereza, también lo es del estado de ánimo.

Este fenómeno es el enemigo número uno de la productividad personal, aunque, según artículo publicado por The New York Times en 2019, las personas “no procrastinan porque sean vagas, es su cuerpo pidiéndoles que paren".

Para el profesor de la Universidad de Zaragoza, Juan Ramón Barrada, en una entrevista para Xataka, el concepto muchas veces es cuestionable.

"Si vives sobrepasado por la vida, dejar cosas para mañana no es procrastinar", comentó el profesor.

Esta idea de “postergar las cosas” puede acarrear con problemas de salud mental como trastornos emocionales, así como también una peor salud física y malos hábitos de vida.

Por tanto, uno de los principales pasos para vencer a la procrastinación es regular las emociones de una mejor forma.

Aunque esto sea más fácil decirlo que hacerlo, existen profesionales en el área de la psicología que tienen las herramientas para ayudar.

Uno de los métodos más eficaces la “actividad conductual”, que es hacer entender que la vida se debe regir por un plan, y no por un estado de ánimo.

Las personas envueltas en este círculo vicioso deben exponerse a actividades que les hagan sentirse bien, y recuperar ese ánimo que necesitan.

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