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El CoolSculpting: La tecnología que revolucionó la eliminación de grasa pero que ahora hace saltar alarmas

La criolipólisis, el término técnico con el que se conoce el procedimiento, consiste en colocar el dispositivo en una zona concreta del cuerpo para congelar las células adiposas. A veces, el procedimiento provoca graves desfiguraciones. The New York Times indicó que el riesgo para los pacientes puede ser bastante mayor

Hace más de una década llegó al mercado un dispositivo médico con una promesa tentadora: era capaz de congelar y eliminar sacos de grasa persistentes de forma rápida, indolora y sin cirugía.

El dispositivo, llamado CoolSculpting, había aparecido en un sector de la belleza ya saturado que vendía vientres más planos y mandíbulas más marcadas, pero contaba con una ventaja: comentado pedigrí científico.

Según The New York Times, la investigación que sustentaba su desarrollo se había realizado en el laboratorio del principal hospital universitario de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, un detalle que aparecía a menudo en las noticias y los programas de entrevistas.

El discurso funcionó. Las máquinas CoolSculpting son ahora habituales en las consultas de dermatología y cirugía plástica, así como en los spas médicos. Esta tecnología ha generado más de 2.000 millones de dólares en ingresos.

La criolipólisis, el término técnico con el que se conoce el procedimiento, consiste en colocar el dispositivo en una zona concreta del cuerpo para congelar las células adiposas. Los pacientes suelen someterse a varios tratamientos en la misma zona. En los casos exitosos, las células mueren y el cuerpo las absorbe.

Pero en algunos otros, el procedimiento provoca graves desfiguraciones. La grasa puede aumentar de tamaño, endurecerse y alojarse en el cuerpo, a veces incluso adoptando la forma del aplicador del dispositivo. Este efecto secundario, denominado hiperplasia adiposa paradójica, suele requerir cirugía para corregirlo. “Aumentó, no redujo, mis células grasas y me dejó permanentemente desfigurada”, escribió la supermodelo Linda Evangelista en 2021 sobre su experiencia con CoolSculpting.

Allergan Aesthetics, una unidad del gigante farmacéutico AbbVie que ahora es propietaria del dispositivo CoolSculpting, dice que estos casos son muy poco frecuentes y ocurren en 0,033 por ciento de los tratamientos (alrededor de uno en 3000).

Pero un análisis de The New York Times —que se basa en documentos internos, demandas, estudios médicos y entrevistas— indica que el riesgo para los pacientes puede ser bastante mayor.

La empresa detrás de CoolSculpting ha pagado a consultores que han escrito sobre los bajos riesgos de hiperplasia adiposa paradójica en revistas médicas y canales en línea. También le ha impedido a los pacientes hablar del problema mediante la firma de acuerdos de confidencialidad y, en algún momento, dejó de informar sobre el efecto secundario a los reguladores federales después de que un auditor de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés) determinara que no podía calificarlo como una lesión seria o que pusiera en riesgo la vida.

Más de una decena de médicos entrevistados por el Times afirmaron que la estimación del riesgo realizada por el fabricante era muy inferior a la que ellos habían observado en sus consultas o investigaciones, en parte porque el efecto secundario puede tardar muchos meses en hacerse visible y los pacientes no siempre lo relacionan con el CoolSculpting. A veces, el efecto es sutil y los pacientes creen que solo recuperaron el peso perdido.

“Es probable que la hiperplasia adiposa paradójica no se esté reportando ni se diagnostique con la frecuencia con la que se presenta”, encontró un estudio del 2020 sobre esta afección.

En 2017, Jared Jagdeo, un dermatólogo que en ese entonces era consultor del fabricante de CoolSculpting, y dos coautores escribieron en un artículo para una revista que el efecto secundario debía reclasificarse. Sus incidencias crecientes, escribieron, cumplían con los criterios de la Organización Mundial de la Salud para un evento adverso “común” o “frecuente”, en lugar de uno “inusual”.

Desde el debut de CoolSculpting, la frecuencia reportada de casos de hiperplasia adiposa paradójica se ha incrementado de forma silenciosa y constante —incluso en las estimaciones de la compañía— lo que deja en evidencia las fallas en la forma en que la FDA autoriza el uso de dispositivos médicos y los supervisa una vez que están en el mercado.

La agencia se apoya en hospitales, médicos, consumidores y fabricantes de dispositivos para informar cualquier “evento adverso”, un sistema que a menudo ha sido criticado por convertir a los pacientes en sujetos de prueba a largo plazo.

Los hospitales y los fabricantes están obligados a informar las muertes y las lesiones graves, mientras que los consultorios médicos privados y los consumidores no están obligados a informar nada.

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