El diario plural del Zulia

Traición a la patria, delito obsoleto y subjetivo

La inspiración del Código Penal es del siglo XIX. Todo el sistema judicial venezolano juega a favor de Maduro

La Asamblea Nacional Constituyente (ANC) acordó el martes enjuiciar por “traición a la patria” a los dirigentes opositores, a quienes acusan de promover las sanciones financieras de Estados Unidos contra el gobierno de Nicolás Maduro.

Y aunque el documento de la iniciativa no menciona a ningún opositor explícitamente, quienes participaron en la sesión enfilaron sus señalamientos contra Julio Borges y Freddy Guevara, presidente y vicepresidente de la Asamblea Nacional (AN).

El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ya se puso a la orden de la Constituyente para dar con los “responsables” de este delito. “Quienes pregonan sentir al país y sufrir por la patria (…) ahora piden al mundo agresiones económicas para seguir haciendo sufrir al pueblo sin importar sus consecuencias”, afirmó el magistrado Maikel Moreno, presidente del Poder Judicial.

Luis Izquiel, abogado penalista y criminólogo, explica que estos posibles procesos son algunos de los peligros que existen en un país sin estado de derecho y, prácticamente, sin democracia. Tendrá, además, graves consecuencias en la ciudadanía que se encuentra “ante un estado de indefensión”.

Traicionar a la patria es un delito muy subjetivo, y quienes son llamados a interpretar ese delito son instituciones secuestradas. Queda a la interpretación de un Fiscal o de un juez qué tipo de acción constituye traición a la patria. En la circunstancia en la que estamos, traiciona a la patria el que critique la inflación, la escasez de alimentos. Todos pueden ser considerados traidores”.

Escudo de rey

Izquiel señala que el Código Penal venezolano, sobre el que sustentarán los eventuales procesos, es de finales del siglo XIX, y es una copia del texto que hizo un ministro de Justicia italiano para el rey Umberto di Savoia.

“Por eso es que el primer delito que aparece es el de traición a la patria. Porque es un código penal de un reinado, y para proteger al rey, en vez de estar primero los delitos de homicidio o de robo, que son contra los ciudadanos, se colocó en primer término los delitos contra la majestad del rey”. Las circunstancias narradas en ese texto como causales de traición a la patria tienen un siglo de antigüedad y, por lo tanto, son obsoletas a juicio de Izquiel. “En los países democráticos, eso de traicionar a la patria no aplica, al menos en los términos actuales. Es muy subjetivo, porque entonces toda la oposición política pudiera ser considerada traidora a la patria”.

Gervis Medina, criminólogo y abogado penalista, opina que la propuesta está viciada de ilegalidad porque la Asamblea Constituyente es ilegítima. Además, el delito de traición a la patria
está contemplado en el código de justicia militar, que data de 1998 y la Constitución Bolivariana de 1999 establece que los ciudadanos solo pueden juzgarlos sus jueces naturales.

“Los civiles que cometan actos en contra del estamento militar no pueden ser juzgados por tribunales penales, aunque el scal Tarek William Saab diga que sí se puede. Eso es falso porque existe una sentencia de la Sala Plena del TSJ del año 2000, donde se establece ese principio y garantía de que cada quien debe ser juzgado por su juez natural”.

Ya hay procesados

Medina señala que en el Zulia hubo 141 detenidos durante las protestas de los últimos cuatro meses, y al 80 por ciento de ellos los juzgaron en tribunales militares. El de Ángel Machado, concejal de Maracaibo por Voluntad Popular (VP), es uno de los ejemplos más notorios, porque lo enviaron a una cárcel en San Cristóbal, lo que supone un irrespeto al principio de territorialidad.

“Ya está sucediendo. Lo que pasa es que quieren dar una significancia, eso se llama derecho penal simbólico; es decir, el Estado le da un mensaje a la sociedad en pleno de que puede hacer lo que le venga en gana porque no hay garantías constitucionales”.

Si la Asamblea Constituyente fuese legítima, tendría que someterse a la Constitución de 1999. Y si juzga a los diputados, que gozan de inmunidad parlamentaria, lo poco de democracia que queda en Venezuela se desmoronará y el gobierno de Nicolás Maduro lucirá como un “autoritarismo severo con aires de dictadura”.

Medina asegura que, aunque muchos dirigentes opositores hayan hablado mal del Poder Ejecutivo, ello no representa un delito. “Yo puedo decir cuatro pistoladas, y lo que voy a asumir son consecuencias, sanciones administrativas; pero de allí a que tejuzguen, me recuerda a la Alemania nazi”.

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