El diario plural del Zulia

Toledo: el Papa ha entrado en la crisis de Venezuela con prudencia

Alejandro Toledo, presidente de Perú entre el 2001 y el 2006, conoce bien el poder de la calle. "Si nosotros no hubiéramos encabezado la marcha de los Cuatro Suyos, Fujimori todavía estaría gobernando Perú", asegura.

La manifestación a la que se refiere se produjo, en julio del 2000, contra el fraude electoral perpetrado, ese mismo año, por el hoy encarcelado Alberto Fujimori. "Entonces, -añade- fueron clave los jóvenes como lo están siendo ahora en Venezuela".

"El chino", como se conoce en Perú a Fujimori no pudo soportar la presión y terminó fugándose a Japón. Toledo recuerda aquellos episodios al hilo de los acontecimientos que se suceden en Venezuela, un país que le "preocupa" y donde valora "la prudencia con la que ha entrado el Papa".

En ese contexto, da "gracias a Dios que tenemos en la OEA a una persona como Luis Almagro". Dicho esto, avisa: "Venezuela es un tema crucial en la región y los demócratas no pueden quedarse en silencio, ni los expresidentes ni los presidentes en ejercicio. El que lo haga pasará a la historia como cómplice de los regímenes autoritarios".

De paso en Buenos Aires para presentar "La sociedad compartida", su último libro (ha escrito una veintena) editado por Planeta, Toledo se muestra comprensivo con la incipiente gestión de Pedro Pablo Kuczynski, "en 100 días no se puede satisfacer a toda la población. Ha avanzado satisfactoriamente aunque los frutos, inevitablemente, se verán a largo plazo porque las políticas sociales demoran en madurar", observa.

Toledo, que de niño lustraba zapatos para ganarse unas monedas, logró una beca en Stanford, se doctoró en Ciencias Económicas y hoy es profesor y voz autorizado de la universidad.

"El crecimiento es un medio no un fin", sentencia. "En mi Gobierno –recuerda- se creció del menos 3 por ciento al 7,5 por ciento anual pero la población no lo percibió, el derrame no se dio porque no es suficiente con crecer. Hay que tener políticas sociales deliberadas".

Para ilustrarlo pone un ejemplo, "dupliqué los sueldos de los docentes, pero se venía de tan abajo que aún así no les alcanzaba para pagar su capacitación. Conclusión, el Estado necesita financiar la capacitación de los docentes, porque en la educación está parte del futuro".

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