Sanción económica de la OEA impactaría a Venezuela
“Venezuela estaría temporalmente fuera de la OEA y no podría hacer negocios con sus países miembros, en especial con Estados Unidos, seguro comprador y vendedor de petróleo al Gobierno, en caso de que la Organización de Estados Americanos active la Carta Democrática Interamericana”.
Es el criterio de Juan Francisco Contreras, presidente del Colegio de Internacionalistas de Venezuela, quien considera que tampoco recibiría préstamos de organismos multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), entidad que financia obras para el sector público del continente. Y si alguna entidad internacional quiere prestar dinero al Gobierno, las tasas serían altísimas.
“Las sanciones económicas afectarían aún más a la población que sufre los rigores de la escasez en un país en donde no hay dinero suficiente para importar. El Gobierno se desprestigiaría mucho, pero el gran perdedor sería el pueblo venezolano”, dijo Contreras.
Fronteras económicas vivas
Humberto Amado Cupello, internacionalista y profesor universitario, dista de la opinión de Contreras. Opina que la sanción no obligaría a ningún país miembro de la OEA a romper relaciones comerciales o bilaterales con nuestro país.
En su opinión son decisiones que unilateralmente tomarían los gobiernos pertenecientes a la OEA. “El problema de fondo es que no puedes obligar a nadie a tomar decisiones con las que no están de acuerdo”.
Sostiene que las contrapartes decidirán si acatan el fallo. “Cuba estuvo suspendida de la Organización de Estados Americanos (OEA) durante muchos años y hubo países como Canadá, miembro de la OEA y México, que se mantuvieron muy activos económica y comercialmente con ese país caribeño”.
El catedrático opina que en caso de que la sanción económica internacional prosperara, es probable que Estados Unidos no le compre petróleo a Venezuela. “Pero aun hasta eso lo pongo en cuestionamiento porque lo que generalmente se maneja es el principio del interés nacional y cada quien va a tratar de hacerlo y definirlo de acuerdo a lo que le conviene”.
Sin repercusiones
Rafael Díaz Blanco, experto en política internacional, con experiencia diplomática en Centroamérica, considera que desde el punto de vista práctico no tiene mayores repercusiones. “Venezuela es un país que no está produciendo nada. Nuestra relación económica con la mayoría de estos países deriva de las importaciones que hacemos. Importaciones que también se han reducido ante la imposibilidad de pagar deudas, anteriores, inclusive”.
Pronostica que lo que jurídicamente podría ocurrir es una exhortación a Venezuela para que modifique su conducta y proceda al revocatorio. “Probablemente no va a haber mayores sanciones, pero esta situación va a colocar a nuestro país en una situación bien incómoda. Vamos camino a convertirnos en mal vistos dentro del continente”, destacó.
