El diario plural del Zulia

PyMEs penden de un hilo por nuevo aumento salarial

Con la inflación y regulación de precios empezó la pesadilla para los pequeños y medianos empresarios, a quienes luego se le sumó la escasez de divisas y por consiguiente la falta de materia prima. La opresión continuó con el racionamiento eléctrico que a más de uno ha obligado a bajar la santamaría, pero el emprendedor aún no despierta del mal sueño, el reto de responder a los aumentos salariales los tiene asfixiados.

El 30% de aumento salarial que decretó el presidente Nicolás Maduro el pasado primero de mayo debe cumplirse por obligatoriedad, según el abogado laboral, Alberto Rodríguez. “No hay alternativas, al patrono no le queda más remedio que pagarlo, pero esto puede traer la disminución del personal (…). Para seguir activos hay que hacerlo con menos trabajadores”.

empresariosEl experto explicó que el problema radica en que la capacidad de producción no aumentará junto con el sueldo, porque cada día es más difícil mantener inventarios. Desde la perspectiva empresarial el 30% de aumento representa un egreso al doble, tomando en consideración prestaciones, vacaciones, utilidades y horas extras, entre otros beneficios. “Por cada bolívar que aumentes al salario mínimo, genera otro bolívar más en derechos laborales”, completó Rodríguez.

La pequeña y mediana empresa (PyME) representa el 98% del empresariado nacional, de acuerdo con las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas INE en el 2015, sólo el 2% de las empresas venezolanas son grandes compañía, por lo que la población afectada es la de mayor peso comercial y económico del país. En lo que va de año han tenido que asumir 50% de aumento salarial (20% en febrero y 30% en mayo).

Sobrevivencia
El abogado laboral explicó que no se puede despedir sin justa causa, “pero la alternativa es negociar con el trabajador su despido, porque quizás muchas empresas se encuentran en un límite, entre ganancias o pérdidas”. Alberto Rodríguez añadió que para quienes no han podido evadir la inamovilidad laboral o simplemente no quieren prescindir de sus empleados, han optado por reducir gastos, aunque hay muchos que no se pueden evitar, como, por ejemplo, los servicios públicos.
Otros por el contrario aumentaron sus productos, pero el problema de esta estrategia es hasta dónde, en vista que por la casi extinta importación, los márgenes de ganancia se manejan entre 10 a 12 %. “Todo aquel empresario que no consiga una forma, una vía de reducir gastos, lamentablemente no podrá seguir, lo que se viene es una ola de desempleo”.

En Zulia
Amaya Briner, presidente de la Cámara de Comercio de Maracaibo, informó que han tenido reportes de miembros que dicen que no saben cómo van a hacer para cubrir el aumento salarial. “Estamos preocupados porque ccmsobre todo las pequeñas empresas están golpeadas duramente”.

Explicó que el empresario “hace lo posible” para mantenerse abierto, por lo que actualmente muchos se encuentran analizando la estructuras de gastos para reducir y darle prioridad a la nómina. “La gente está haciendo un análisis de costo, para ver por dónde puede recortar gastos, muchos están recortando seguros, porque ninguno quiere cerrar”.
Explicó que el reto es mantenerse abierto, pues cerrar un comercio podría resultar “costosísimo”, en vista que abrirlo nuevamente sería imposible en cuanto a inversión. Sin embargo, reconoció que el desempleo se agudiza, así como las ganancias cada día se perciben menos.

Caso Sambil
Juan Carlos Koch, gerente general del centro Sambil Maracaibo, indicó que es inviable cancelar la nueva cifra del salario mínimo, esto porque muchos aumentosofrecían un salario mayor al mínimo que también debería ajustarse. “Las empresas se mantienen activas porque tienen deseo de trabajar y han recurrido a optimizar inventarios, reinventarse con estrategias de promoción, y reducir el personal, hay que ajustarse pero prácticamente es inviable responder a estos sueldos”.

Explicó que los 322 locales comerciales que dispone el Sambil, manejan tres empleados por local aproximadamente, producto del racionamiento eléctrico y otros problemas. Agregó que “anteriormente, estas empresas que hoy tienen tres empleados manejaban una media de 5 a 6 trabajadores”, es decir, desde ya se maneja una taza de desempleo de 650 trabajadores.

Acotó que para sobrevivir, estas pequeñas empresas han “ajustado automáticamente los precios para cumplir como mínimo con las responsabilidades de nómina (…) Esto es una crisis completa en contracción del aparato productivo venezolano”, enfatizó Koch.

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