El diario plural del Zulia

Productos colombianos cambian el sabor venezolano

La mantequilla, el azúcar y la harina que se encuentra en el mercado no son de la misma calidad que los elaborados en el país, según los pasteleros.

Los postres caseros han perdido su esencia. La desaparición de productos venezolanos ha hecho recurrir a los reposteros a los rubros colombianos que han aliviado el desabastecimiento pero que han cambiado el sabor de las tortas tradicionales porque “no tienen la misma calidad”.

Comerciantes informales han robustecido sus negocios con productos colombianos que se tragan los precios regulados, y a los reposteros no les queda de otra que recurrir a ellos.

“La escasez se ha estabilizado, antes sufríamos bastante porque no encontrábamos los productos, sobre todo la harina de trigo, pasábamos el día dando vueltas por la ciudad para ver donde conseguíamos algo, al menos los colombianos se están consiguiendo”, relató Gilberto Quintero, dueño de la pastelería Dessert&Cake.

Treinta y cinco mil bolívares puede costar el kilo de torta en las pastelerías. Si lleva pastillaje el precio podría incrementar hasta Bs. 60 mil.

Quintero aseguró que la calidad de los postres ha bajado a consecuencia de los productos colombianos. “Estos productos no son de buena calidad, preferimos los rubros venezolanos pero si no se consiguen no nos queda de otra que trabajar con lo que hay (…) el sabor de los postres ha cambiado, seguro traen de Colombia lo más económico y no de mejor calidad, enfatizó.

Dueños de pastelerías atraviesan una de las peores crisis que ha tenido el sector por la falta de materia prima y los altos precios. Aseguran que las ventas han mermado hasta un 80% en comparación con años anteriores, sin embargo, se las ingenian para ofrecer variedad de productos a sus clientes y “que se puedan dar un gustico”.

El repostero marabino añadió que la crema de mantequilla ha desaparecido de sus creaciones porque la mavesa repostera está desaparecida del mercado.

Por su parte, Leticia Villalobos, dueña de Dulces Mis Nietos, ubicada en La Limpia, precisó que la margarina que traen de Colombia no sirve para hacer tortas pues contiene mucha agua. “La mantequilla que están trayendo es de muy mala calidad, si la echas en un sartén salpica el agua y lo que queda es un poquito de grasa, las tortas pierden contextura y sabor”, añadió.

Villalobos rechazó la situación en la que se encuentra el sector pastelero y manifestó que tienen que ingeniárselas para poder producir y mantener la calidad. “La leche a veces tenemos que cambiarla por jugo, la harina por maizina y el azúcar por papelón, los postres ya no son los mismos de antes porque es una odisea conseguir los ingredientes y sus precios no hacen rentable el negocio”.

En un recorrido por varias pastelerías, se observó que los dueños se resisten a la posibilidad del cierre obligado de sus locales, pese a la escasez de algunos productos usados como materia prima en la preparación de los postres ofrecidos a los comensales.

Alegan que se ven obligados a recurrir a ingredientes alternativos para no perder la clientela. Denuncian que por ser locales especializados, la situación de desabastecimiento en esos productos ha generado una reducción del consumo e igualmente, una baja en las ganancias diarias. Estas dificultades han presionado el precio de sus postres (tortas y dulces).

Ahora todo depende de su tamaño (cantidad de personas), el relleno (ingredientes y sabores) y su decoración. Asimismo toman en cuenta el tiempo en que es mandada a hacer, justamente por la irregularidad que presentan algunos productos necesarios para la elaboración de los mismos.

Los precios de las tortas por encargo, para 25 personas o más parten de los 125 mil bolívares, si es para eventos mayores como matrimonios y primera comunión, a partir de 350 mil bolívares es el costo, llegando incluso a más de un millón. Entre tanto, en la mayoría de las pastelerías el kilo está entre 25 mil y 35 mil bolívares.

 

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