Presentarán acuerdo para reconocer a los Servidores de María como Patrimonio Cultural
La Comisión de Cultura y Recreación aprobó por unanimidad presentar a la plenaria un Proyecto de Acuerdo en Reconocimiento a la Sociedad Religiosa "Servidores de María", como Patrimonio Religioso del estado Zulia, con motivo de los 114 años de la mencionada expresión zuliana y solicitará a la Junta Directiva la realización de una sesión plenaria el 17 de noviembre, fecha de la Conmemoración de la Feria de la Chinita, en el estado Zulia.
La presentación fue realizada por el diputado José Sánchez Mazuco, quien señaló que fue el 06 de diciembre de 1901 cuando se dio la aparición del Retablo de la Virgen de la Chiquinquirá "La Chinita", se ha arraigado en el corazón de los zulianos la tradición cultural que lleva a cabo la mencionada sociedad religiosa.
El Acuerdo refiere que al día de hoy son más de 700 las agrupaciones que conforman esta comunidad y que resguarda, traslada y custodia a la Virgen del Rosario de la Chiquinquirá, patrona de los zulianos. El parlamentario leyó la solicitud en que indica que la sociedad fue fundada por el presbítero Antonio María Soto y desde entonces es un ícono de la iglesia venezolana y que en la actualidad preside Jorge Vilchez.
Las agrupaciones están conformadas por niños, niñas, adolescentes, adultos y los decanos que son integrantes que tienen más de 70 años sirviendo ininterrumpidamente a la Virgen de la Chinita. "Su vestuario es un liqui liqui, correas y zapatos de color blanco con ribetes azules y la medalla de la Virgen con sello Episcopal que ha sido reconocida por la Arquidiócesis Nacional e Internacional, refiere el escrito leído.
Los elementos de la vestimenta contenidos en el informe servirán para sustentar la solicitud la cual trata de un atuendo que simboliza la pureza, y cada uno de sus servidores lleva una insignia con las letras MRA que significan "Madre, Reino y Alma por Siempre". La belleza de ese uniforme hace que sean solicitados, para apoyar otras actividades religiosas como la del estado Lara, para honrar a la imagen de la Divina Pastora y en actividades como visitas papales.
En cuanto a la concurrencia, el Acuerdo indica que la Basílica de Nuestra Señora de la Chiquinquirá, en Maracaibo, es el templo religioso más concurrido del occidente del país, que logra congregar en un sólo día a cien mil personas o más.
“Se trata de una de las cuatro manifestaciones marianas nacionales, entre las que destacan la de Nueva Esparta, con la Virgen del Valle, la Divina Pastora, en Lara; la Virgen de Coromoto, en el estado Portuguesa y la Virgen de Chiquinquirá, del estado Zulia”, dijo el diputado José Sánchez Mazuco.
Sobre la "Bajada de la Virgen", el 31 de octubre y el Día de la Chinita, el 18 de noviembre, son acontecimientos marianos que han superado los esquemas de movilización de masas, y destaca que el retrato de la Chinita siempre está acompañado de San Antonio y San Andrés, por lo que también se hacen presentes sus respectivos devotos.
Sobre el impacto cultural se indica que es la única manifestación que incorpora caballeros, madres, esposas e hijas, por lo cual termina siendo una congregación familiar y reúne a toda la comunidad zuliana sin diferencias. Otro impacto es que el resto de los grupos religiosos han sufrido transformaciones por tratarse de una celebración ecuménica.
El fervor ha generado una literatura sin precedentes generando interés de historiadores, investigaciones, folletos, volantes, entre otros medios expresivos. La "Virgen Morena" cuenta con el mayor número de composiciones musicales incuantificables, gaitas, poemas, décimas que se cantan en la Basílica, y en cada barrio, calle y esquina de Maracaibo, informó Mazuco.
Dado que el estado Zulia se encuentra en el extremo occidental de Venezuela muy cercano a Colombia, cientos de ciudadanos del vecino país se dan cita para incorporarse a esta expresión religiosa; así como personas provenientes de Aruba y Curazao, en conclusión, se trata de una celebración que se ha internacionalizado.
Por último el Acuerdo indica que a pesar de ser una celebración masiva no lleva consigo el consumo de licor, lo cual hace de ella un espacio y momento para la religiosidad, comunidad familiar y cultural.
