El diario plural del Zulia

Poder adquisitivo se pulveriza 87 % en tan solo un año

En menos de una década, el tan cacareado “bolívar fuerte” perdió su potencial y hoy en día es mucho más débil que hace ocho años, cuando nació.

El experto en la materia, el economista Manuel Sutherland, afirma que hoy en día “un billete de 100 bolívares vale un quinto desde que surgió el nuevo cono monetario venezolano, que extrañamente aún mantiene como máxima denominación ese billete de 100”, destacó este profesor del Centro de Investigación y Formación Obrera (CIFO) a Versión Final.

La cifra aportada por el profesor Sutherland se re ere al momento del nacimiento del sistema monetario venezolano, cuando el Banco Central de Venezuela y el Poder Ejecutivo de la República aprobaron una reconversión monetaria que entró en vigencia el 1º de enero de 2008 con la publicación, en gaceta oficial N° 38.638, ese proyecto del fallecido Hugo Chávez .

Para no irnos tan atrás, vamos a analizar el verdadero poder adquisitivo de la actualidad, en comparación con el de hace 12 meses. Allí notamos que la capacidad de compra actual representa una pérdida tan grande, que es de apenas el 13 % de lo que se podía hacer con el sueldo de hace 365 días.

Vamos a utilizar dos ejemplos muy cotidianos para poder comprender esa cruda realidad. Compararemos el poder adquisitivo del venezolano para utilizar un servicio público del transporte y otro para poder mantenernos informados, en pocas palabras, comprar un periódico de la región, tamaño tabloide.

Hace un año, cuando la empresa Metro de Maracaibo comenzó a prestar el servicio de su filial Bus MetroMara, el pasaje tenía un valor de tres (3,oo) bolívares por viaje. Es decir, que una persona que ganaba Bs. 6.746,98 mensuales (sueldo mínimo según Gaceta Extraordinaria Nro. 6181, Decreto Nro. 1737) tenía el poder adquisitivo para realizar 2.248 viajes.

Hoy en día, con el sueldo mínimo de 15.051 bolívares (desde el pasado 1º de mayo), y con el costo del pasaje por cada viaje en 50 bolívares, ese trabajador tiene un poder adquisitivo para completar 301 viajes, lo que significa que perdió la posibilidad de realizar otros 1.947 viajes.

Con una simple regla matemática, ese aumento representa un sueldo, en comparación con mayo de 2015, de Bs. 903 mensuales (301 viajes a tres bolívares cada uno). Esto es, en base al poder adquisitivo de los venezolanos.

Esta explicación matemática afirma que hoy en día la familia venezolana tiene muchos más billetes pero mucho menos poder adquisitivo.

“Así como lo dije en mi último artículo, Causas reales de la inflación, por cuarto año seguido Venezuela sufrirá la inflación más alta del mundo. Lo que no indica otra cosa que la continuación de una abrupta caída del salario real. La destrucción del poder adquisitivo viene aparejada con una escasez palpitante”, indica el experto consultado.

¿Ni café ni diario?

Utilizando otro ejemplo de la cotidianidad, para que se pueda entender la grave situación del poder adquisitivo del venezolano, a mediados de 2015 un periódico promedio, tamaño tabloide (como Versión Final) tenía un costo de 10 bolívares.

Con los mismos 6.746 bolívares que ganaba un trabajador (ejemplo inicial del sueldo mínimo), se podían adquirir 674 periódicos.

Hoy en día, la mayoría de los diarios zulianos tienen un costo de 100 bolívares por unidad, lo que indica que para adquirir 674 diarios debe contar con un sueldo mínimo de 67 mil 400 bolívares mensuales, porque con los 15.051 (el mismo ejemplo), apenas podría adquirir 150 periódicos.

Realizando la misma simple regla matemática, perdió la posibilidad de adquirir 524 periódicos, o lo que es igual a que con el aumentado sueldo de este año 2016, ese trabajador tendría el mismo poder adquisitivo de alguien que en 2015 ganaba 1.500 bolívares mensuales.

“La economía ortodoxa considera que las variaciones de la base monetaria (BM: dinero de alto poder emitido por el Banco Central) son el único determinante de las alteraciones en los niveles de precios. Por más simplista que parezca, para los monetaristas lo único que causa inflación es la impresión de dinero suplementario. Para los marxistas el asunto es mucho más complejo, ya que consideramos que el incremento de los precios en la economía obedecen a diversos factores coyunturales que hacen que los precios varíen con respecto a la forma de valor que reviste el tiempo de trabajo necesario que se requiere para reproducir una mercancía”.

Otro punto negativo, según el experto, es que casi la mitad de la base monetaria corresponde a la deuda de Pdvsa con BCV, que ha aumentado 811% desde 2011. La ruina de la empresa sólo se puede disfrazar con una serie de préstamos que alcanzan la fabulosa suma de Bs. 875.440.523.

Sin cajeros es peor

Sutherland destaca que al margen de todo eso, el Gobierno actual ha desechado toda elaboración científica para dar cuenta de los precios y se ha empecinado en creer que los precios son impuestos por la abstracta voluntad de los empresarios.

Esta mala política económica implica molestias a las personas y aumenta la pérdida cuantiosa del erario público. Por ello los cajeros automáticos se vacían muy rápidamente y las empresas que transportan valores hacen un súper negocio trasladando con insólita frecuencia enormes volúmenes de billetes con escaso valor. Es evidente que muchos billetes cuestan más imprimirlos que el valor nominal que de por sí atesoran.

Y finaliza diciendo que la creación de dinero inorgánico por parte de un “deplorable BCV”, ha servido para expandir el gasto, cubrir déficits y realizar toda clase de políticas asistenciales.

La irrigación de dinero suplementario amplifica la cantidad de bolívares que puede comprar dólares, lo cual empuja el precio del dólar hacia arriba, es decir, deprecia al bolívar frente al dólar.

Analizando todo se concluye que la capacidad de compra del venezolano se encuentra muy lejos (un 13 %) en comparación con, apenas, 365 días.

 

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