¿Pierde terreno la polarización?
El Gobierno y la oposición muestran signos de acercamiento. Ligeros e insuficientes, pero el radicalismo cruje. El escenario invita a trabajar por los venezolanos. El más reciente compás de reconciliación fue el 13 de enero de 2016, cuando la Asamblea Nacional acató la sentencia impuesta por la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y desincorporó a los diputados opositores por el estado Amazonas.
Dos días después. El 15 de enero, el Presidente de la República, Nicolás Maduro, fue a la Asamblea Nacional y por primera vez en 17 años, ante una bancada con mayoría opositora, presentó su Memoria y Cuenta. La ocasión resultó propicia para que el Jefe de Estado llamara al diálogo nacional. El presidente del Parlamento, Henry Ramos Allup, criticó “que sea en este momento en el que la Unidad obtuvo mayoría en la Asamblea Nacional, cuando el Gobierno quiera tener un diálogo con la oposición”.
José Villa, investigador, especialista en sondeos de opinión, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas, Económicas y Sociales de LUZ, cree que el diálogo será difícil y complicado. “Por lo que estamos viendo, sobre todo con el discurso que tuvo el presidente de la Asamblea Nacional en su toma de posesión, donde dijo que en seis meses van a establecer las pautas para salir del presidente Maduro”, recordó.
Por su parte, el Gobierno, desde la óptica del experto, sabe lo que tiene que hacer y no lo hará. Considera que choca contra su filosofía de gestión, contra su doctrina, contra lo que han pregonado, lo que está en sus estatutos, contra lo que está establecido en el socialismo del siglo XXI. No va a ceder a las exigencias del polo opositor, dijo.
Villa estima que si el Gobierno cede a cualquiera de los requerimientos de diálogo de la Mesa de la Unidad Democrática, le está diciendo a sus seguidores: “Mira, lo que nosotros hicimos durante diecisiete años es mentira. Todo se resume hacia una posición filosófica, hacia una doctrina del socialismo del siglo XXI. Esto será, como vamos yendo, vamos viendo, y los acuerdos irán de acuerdo con la reacción del otro”, valoró.
Mario Luís Gutiérrez, abogado, especialista en Ciencias Políticas y profesor universitario, considera que el Poder Ejecutivo tiene que ceder, evitar los escenarios de confrontación y por el contrario, promover el diálogo entre todos los actores que hacen vida en la sociedad venezolana. En relación con la oposición, propone que evite que el parlamento sea un escenario de confrontación con el Gobierno y que se convierta en un escenario donde se ataquen los problemas económicos de los venezolanos.
“La idea es que trabajen en conjunto las dos corrientes políticas del país, para evitar que siga la polarización en la cual estamos sumergidos y evitar que la oposición y Gobierno sigan como agua y aceite. Es el tiempo de reconciliación, es tiempo de unidad nacional, es tiempo de diálogo, de disertación, de establecer puntos de convergencia y ubicar criterios en ese sentido”, destacó.
Para Jorge Govea Cabrera, magíster en Ciencias Políticas, abogado, profesor de la Escuela de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad del Zulia, la reconciliación no será tan pronto ni está a la vista. Tiene dificultades y obstáculos. Asegura que el Gobierno se empeña en seguir adelante con un modelo económico, social, político e institucional que difiere diametralmente a lo que la oposición está planteando al país, desde hace muchos años.
Govea plantea que el Ejecutivo tiene que aceptar que las políticas que ha venido aplicando son erradas, están equivocadas, “que llevan a nefastos resultados y que no son políticas desde hace dos años que llegó Maduro a la presidencia, son diecisiete largos años de error tras error”.
“Nosotros como ciudadanos les demandamos a ambos sectores un alto sentido de grandeza, de desprendimiento y hasta de generosidad para que por lo menos se alivien las necesidades de todos los venezolanos, de toda la gente que vive en esta tierra”, señaló.
