Oposición superaría por un millón de votos al Psuv en las presidenciales

Jesús Castillo Molleda cumplirá 27 años sobre las arenas de las asesorías políticas y los sondeos de opinión pública.

Este marabino, de 53 años, criado en San Francisco, con formación en Ciencias Políticas (URU), con Especialización en Gestión Publica (Universidad Carlos III, Madrid), cree que numéricamente están dadas todas las condiciones para sacar, con votos, de Miraflores a Nicolás Maduro o cualquier otro dirigente del PSUV.

“La oposición actualmente, sin contar con el voto en el exterior, supera por más de un millón de votos a cualquier candidato que presente el PSUV para las elecciones presidenciales”, asegura el director de la firma Polianalítica, cuando le hablamos del momento político-histórico en Venezuela.

La vía electoral, sin embargo, es un hervidero.

Un ala de la oposición, recalcitrante, dinamita la opción de manera permanente con base en que quienes participen en ella colaboran para mantener en el poder a Maduro. Él no está de acuerdo. “La oposición tiene la receta para hacerlo”, asegura.

Se deben, a su juicio, repetir las fórmulas usadas en la consulta popular para la Reforma Constitucional de 2007, las elecciones de la Asamblea Nacional de 2015 y los comicios para elegir el gobernador de Barinas en enero de 2022.  “Está receta fue la de la unidad sólida, y contar con la organización político electoral para lograr la movilización del voto masivo. Se deben cubrir los 14.332 centros de votación con testigos electorales en el 100% del país”, detalla.

Espejo histórico

Castillo Molleda desde muy joven se interesó por el mundo del coleccionismo. Inició con carros a escala 1/64 y luego con figuras de anime como Mazinger Z, Ultraman y ET.  “También soy un apasionado de los vehículos de la categoría Náscar y Mustang, que es donde tengo la mayoría de carros de la colección personal”, asegura.

Esa afición por mundo del coleccionismo lo comparte con su hijo Jesús Carlos, propietario de Raccolectibles, única tienda física dedicada a la venta de carros de colección a escala de Venezuela, ubicada en la ciudad de Maracaibo.

¿Qué similitudes ve en la historia mundial con lo que sucede en nuestro país?, le inquirimos.

No siempre los finales son felices, pero sin duda en Venezuela se hace necesario un giro táctico a la manera que se está gobernando desde hace 24 años, responde.

Y menciona la Primavera Árabe. “Una chispa desató la ola el 17 de diciembre de 2010, cuando Mohamed Bouazizi, vendedor ambulante de 26 años se inmoló en una plaza pública en Sidi Bouzid, Túnez, como forma de protesta”, recuerda.

Durante su agonía miles de tunecinos se rebelaron contra las malas condiciones a las que el país estaba sometido, causando un efecto dominó en el resto de las naciones árabes. Zine el Abidine Ben Ali gobernaba, con brazo de hierro, desde 1987. Los tunecinos, ante la situación de Bouazizi, salieron a protestar.  El comerciante falleció el 4 de enero de 2011. Diez días después, Ben Ali dimitió.

A lo sucedido en Túnez, Castillo Molleda le agrega a Libia, Egipto (con la caída de Mubarak) y Yemen, donde Ali Abdullah Saleh, con 33 años en el poder en el momento en que las manifestaciones arreciaron en su contra, se vio obligado a renunciar por el descontento popular.

Pero, ofrece otro escenario, el chileno que provocó la salida del poder de Augusto Pinochet tras un histórico referéndum en el que la oposición tenía todas las de perder. Pero se plantó, unida. Y logró el objetivo.

La revolución por dentro

Castillo Molleda también se preparó en Campañas electorales (LUZ). “Maduro demostró que haberlo subestimado fue un grave error”, recalca. Y resalta haber enfrentado con éxito a Guaidó, Trump, el TIAR, la OEA. El Grupo de Lima, la Comunidad Europea, a la oposición radical, al COVID - 19, a la escasez de gasolina, el bloqueo económico y seguir en Miraflores.

Otro hito que destaca es el de “mantenerse como presidente del PSUV y lograr que el madurismo esté desplazando al chavismo” dentro del poder político.

Sin embargo, Castillo Molleda siente que es su mayor momento de debilidad tras la fractura que significó la caída de Tareck El Aissami y su grupo, factor muy cercano del Presidente.

¿Si fuera asesor del candidato opositor que lo enfrentaría, qué haría?

Trazaría una estrategia para lograr la unidad de la mayoría de los partidos políticos de la oposición.  Trataría de recorrer el país en 30 días. Diseñaría un mensaje para los jóvenes, mujeres y tercera edad. Propondría la creación del Instituto Nacional de Emprendimiento como gancho de campaña, enumera.

A la par le daría mucha fuerza a las redes sociales contratando a los mejores comunicadores y estrategas de campaña para este tipo de plataformas.

Juan Guaidó, ¿víctima o victimario?, le preguntamos.

Fue víctima de su incapacidad para cumplir las promesas de las elecciones libres, gobierno de transición. Se le puede reconocer que fue muy hábil para lograr despertar la sensación que con el apoyo internacional se podía vencer a Maduro.

¿Un político vigente que te hubiera gustado asesorar y por qué?

El Gobernador del estado Carabobo, Rafael Lacava.

Porque es un político convencido de que la mejor manera de lograr romper el rechazo es hacer una gestión pública lo más eficiente posible para recibir el reconocimiento del elector. Y seguro trabajar con un gobernante y dirigente así es un gran reto.

Bukele, ¿remedio o peor que la enfermedad?

Es un remedio para la sociedad del Salvador, actualmente.