Oposición sortea obstáculos para quitarle la pausa al diálogo con el Gobierno

El regreso al diálogo parece ser una estación obligada para la lucha opositora, especialmente, por la presión de los aliados internacionales del gobierno interino que encabeza Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional (AN) de 2015. Sin embargo, el camino luce empedrado y no exento de riegos.
Aunque hasta ahora no hay convocatoria para el retorno al diálogo, la Plataforma Unitaria ha enfatizado, en las últimas semanas, que está lista para retomar el mecanismo en México que fue congelado por el gobierno de Nicolás Maduro, en octubre de 2021, luego de la extradición del empresario Alex Saab.
"Ha habido declaraciones recientes que parecen apuntar hacia una pronta reactivación del proceso de México, pero todo ello depende de la voluntad de las partes de retomar dicho mecanismo", señala Miguel Ángel Martínez Meucci, doctor en Conflicto Político y Procesos de Pacificación.
El investigador enfatiza que la posible reanudación de la mesa de negociación representa para el chavismo un espacio en el que podría continuar buscando el levantamiento de las sanciones extranjeras. En ese sentido, acota, para las fuerzas distintas al oficialistas "constituye un espacio de interlocución en el que la facilitación foránea ayuda a generar un mínimo de formalidad y visibilidad internacional en los diálogos", reseñó Tal Cual.
El asesor de la Casa Blanca para Latinoamérica, Juan González, quien formó parte de la delegación que se reunió en marzo con Maduro en Miraflores, aseguró, el miércoles 20 de abril, que cualquier decisión que tome el gobierno de Joe Biden sobre el alivio de las sanciones sobre Venezuela se basará en los resultados que se obtengan en la mesa de negociación en México.
El jefe de la delegación de la Plataforma Unitaria en México Gerardo Blyde dijo, el jueves 12 de mayo, ante el Parlamento Europeo, que aunque no puede adelantar detalles, espera que el diálogo sea reactivado "en fechas próximas si todo sale como está previsto".
El dirigente opositor puntualizó que la negociación es una herramienta y no un fin, al tiempo que lamentó la suspensión unilateral del proceso por parte de la delegación opositora.
Un día antes, el miércoles 11 de mayo, el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, envió en su programa de VTV un mensaje a Blyde: "La iniciativa del diálogo es del gobierno del presidente Nicolás Maduro no es de ustedes y aclaramos por enésima vez: Venezuela se sienta, el gobierno bolivariano y revolucionario se sienta en cualquier mesa de diálogo, pero nosotros no vamos a capitular".
Cabello también acusó a EE. UU. de "patear" la mesa de diálogo. El pasado mes de abril, el canciller de Maduro, Félix Plasencia, exhortó a Washington a propiciar la ruta del diálogo.
"Yo le invito, me sumo a la invitación que hace el presidente Nicolás Maduro, como su subalterno, para invitar también a mi autoridad homóloga, a mi colega canciller, jefe de Departamento de Estado de Estados Unidos, a que construyamos una ruta de diálogo y entendimiento respetuoso entre Estados soberanos", sostuvo.
Incentivos para el diálogo
El investigador Miguel Ángel Martínez Meucci expresa que si se observa la evolución de las cosas desde la instalación de la mesa de negociación de México, en agosto del 2021, puede verificarse que el chavismo tiene cada vez menos incentivos para alcanzar un acuerdo negociado en los términos que implica originalmente el mecanismo, es decir, llegando a algún tipo de acuerdo con la oposición.
"Al chavismo le interesa más un acuerdo directo con los EE. UU. en el que las consideraciones sobre la democracia en Venezuela no sean lo prioritario, y la reciente aproximación por parte de la Casa Blanca, con la visita de enviados a Caracas en el contexto de la guerra en Ucrania, parece reforzar esa posibilidad", destaca Martínez Meucci.
De allí que el doctor en Conflicto Político y Procesos de Pacificación puntualiza que el retorno al diálogo dependerá, en gran medida, de cuánto estén dispuestos los norteamericanos a seguir respaldando la posición negociadora de la oposición.
En este sentido, Martínez Meucci subraya que, en primer lugar, la oposición debería resolver sus diatribas internas "si desea alcanzar algún resultado satisfactorio en México".
Por su parte, el sociólogo político Francisco Coello expresa que los próximos pasos en torno al diálogo son impredecibles.
"Hay que dejar claro que la oposición tiene que acercarse a estos procesos, no puede negarse. No pierde nada, quizás sea una pérdida de tiempo, pero tiene unos interlocutores internacionales como Estados Unidos y la Unión Europea que le está diciendo que se siente en la mesa de negociación", argumenta.
Añade que debe apostarse por el diálogo y que no quede espacio para el argumento de que el proceso no se dio por culpa de la oposición.
Coello enfatiza que, en paralelo a los esfuerzos por el diálogo, la oposición debe seguir trabajando y hacer foco sobre las elecciones primarias para la escogencia del abanderado opositor en las presidenciales de 2024, además de organizarse a nivel nacional, articularse políticamente con la sociedad civil y protestar.