El diario plural del Zulia

“No hay salario ni pensión que aguante una hiperinflación”

La depresión económica continúa. Una tasa inflacionaria mensual mayor al 50 %, caída del poder adquisitivo y decrecimiento de producción de bienes y servicios, son el combustible para encender una hiperinflación.

Expertos en materia económica como Orlando Ochoa y Gustavo Machado consideran que este fenómeno se instaló en el país desde el año pasado, pues desde el 2015 el venezolano presenta problemas para adquirir bienes y servicios, y también perdió la capacidad de ahorro, es decir, se agudizó el empobrecimiento, pero otros especialistas apuntan a que será peor.

Economistas como José Guerra y Jesús Casique han sido más optimistas al interpretar el fenómeno, pues toman de referencia un margen de tres años sufriendo indicadores como: déficit fiscal, financiamiento monetario y depreciación de la moneda para hablar de hiperinflación. Este 2016 se cumplen tres años inmersos en éstos problemas.

El integrante de la Comisión de Finanzas y Desarrollo Económico de la Asamblea Nacional (AN), José Guerra, alertó que “en los últimos dos meses la inflación mensual ha estado en el orden de 23 %, lo que equivale un poco más de 1000 % anual, ahí estaríamos llegando a cuatro dígitos y con una inflación de cuatro dígitos no hay salario, ni pensión, ni remuneración que aguante”.

El exgerente de estudios económicos del Banco Central de Venezuela (BCV), destacó que hay dos problemas “gravísimos”: inflación y contracción o falta de crecimiento. “La actividad económica ha caído desde 2014 por lo menos 20 %, esto es una catástrofe”.

Silencio del BCV

El economista Jesús Casique, director de la Consultora Financiera Capital Market Finance, cuestionó la opacidad en las cifras que emite el BCV, lo que los ha conducido a utilizar de referencia la canasta alimentaria familiar para calcular la inflación.

“Para el cierre de julio la inflación anualizada está en 773 %, cifra superior a la que estima el Fondo Monetario Internacional (FMI) para este año de 720 %”.

Explicó que si tomamos en consideración un promedio intermensual de inflación entre 18 y 20 % “estaríamos hablando de una inflación de 416 % o 344 % a la fecha”.

En contradicción con los números del FMI y el Banco Mundial (BM), los cuales estiman una contracción económica alrededor de 10 %. Casique calcula que se ubicará entre 12 y 13,5 % “y vamos a seguir experimentando una fuerte depresión económica en el país”.

Se quedó corto

Para el primer trimestre del año, el economista César Aristimuño vaticinaba –de acuerdo con las proyecciones multilaterales, firmas privadas y organizaciones financieras– que el 2016 cerraría con una inflación acumulada de 700 % y una contracción adicional del Producto Interno Bruto (PIB) de 7%, esto tomando como referencia la inflación acumulada del 2015 en 180,9% –aunque en alimentos llegó hasta 315%–, y una contracción del PIB de 5,7 %. Pero las cifras ya se han alcanzado apenas en el noveno mes del año, según las cifras presentadas por Jesús Casique.

El experimentado ejecutivo bancario también se adelantó a mostrar problemas como: mayores ajustes de precios, menor producción, descenso del consumo, aumento de los salarios más altos y más seguidos, así como oportunidades para el emprendimiento, este último elemento como el único positivo y aislado al mundo petrolero, el cual no tendría resurgimiento sino aumentan su precio en el mercado internacional.

Propuesta

Jesús Casique considera necesario sincerar el entorno económico. “Acabar con el control cambiario que ha generado caída de las reservas internacionales, fuga de capitales y enorme corrupción; derogar la ley de ilícitos cambiarios que tiene trancado al sector productivo porque prohíbe comprar divisas en el mercado secundario; eliminar ley de precios justos porque menoscaba a las pequeñas empresas con una inflación galopante; no podemos seguir subsidiando la gasolina, ni servicios telefónico y eléctrico y finalmente debe crearse un fondo petrolero externo”.

 

 

 

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