El diario plural del Zulia

MUD fija su próxima marcha hacia Miraflores

La marcha que desbordó el miércoles a Caracas superó las expectativas de la propia Mesa de la Unidad Democrática (MUD). La sociedad civil no sólo manifestó su desacuerdo con el Gobierno, sino también lo hizo para demostrar su descontento con la dirigencia opositora.

A tempranas horas de la mañana los puntos lucían vacíos. La caminata tenía varios puntos de inicio, desde El Marqués, Parque del Este, Santa Fe, Caurimare, Santa Mónica, la avenida O'Higgins; hasta su llegada a la autopista Francisco Fajardo, a la altura de la base aérea La Carlota.

Había apatía y tensión, a pesar de la escasa presencia de policías o guardias nacionales. El cierre de 10 estaciones del Metro afectó significativamente el inicio de la denominada Toma de Venezuela.

Uno de los puntos de concentración más numeroso fue, como pocas veces en los últimos años, el que salió desde el oeste de la ciudad. Los ciudadanos recorrieron en masa la avenida O'Higgins y la avenida Páez, hasta desembocar en la autopista a la altura de la cárcel del Paraíso. Pasaron por varios puntos de control de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y no hubo roces; por el contrario, se pudo escuchar la consigna: “Militar, hermano, por ti también luchamos”.

La avenida Libertador (municipio Libertador) también lució abarrotada. La pequeña concentración que se había registrado en Los Cedros se convirtió en un río humano que clamaba la restitución del orden constitucional y el derecho a expresarse en las urnas electorales. El movimiento estudiantil de la Universidad Central de Venezuela (UCV) caminó al frente de ese grupo y corearon consignas en rechazo a los ataques a la democracia.

En el este de la ciudad (municipios Chacao, Baruta y Sucre) no hubo sorpresas, cada punto fue colmado por venezolanos de las diferentes edades. Portaban banderas de Venezuela, franelas blancas y disposición para cambiar el gobierno por las vías pacíficas.

Angelina Albueno, de 84 años, contó que llegó al país proveniente de España por un amor de la juventud; sin embargo, fue Venezuela quien se robó su corazón y ya tiene más de 60 años viviendo en una nación que adoptó como suya. Portaba en sus manos una imagen de la Virgen de Coromoto, y a ella le pedía por un país mejor para sus hijos y nietos.

La maestra Any Camacho, junto a su hija de 9 años y a sus compañeras de trabajo del colegio Ramos de la Floria, aprovechó el permiso que le dieron en la institución donde labora y decidió acompañar la jornada de protesta. “Siento rabia e impotencia, yo no debería estar protestando; debería estar rmando pero no me dejaron”, expresó.

Pa’ Miraflores

Al final del recorrido, cuando todas las marchas se encontraron, se consiguieron con una tarima improvisada y allí estaban los máximos representantes de los partidos políticos opositores. El sonido no era óptimo y el mensaje no llegaba a todos los presentes.

El malestar de los seguidores de la oposición comenzó cuando Jesús “Chúo” Torrealba, secretario ejecutivo de la MUD, comenzó a anunciar la hoja de ruta para los próximos días.

Torrealba informó sobre la sesión que realizará hoy la Asamblea Nacional (AN), de la cual expresó que se determinará la responsabilidad del presidente Nicolás Maduro. La reacción de los presentes fue de total apatía. “Pa’Miraflores, pa’ Miraflores”, gritaba la multitud enardecida.

El vocero siguió hablando e indicaba que para el viernes 28 estaba convocado un paro general de 12 horas y nuevamente fue interrumpido por la muchedumbre. “Si no salimos hoy, se acaba la unidad”, gritaba parte de las personas descontenta con la agenda.

Finalmente, Torrealba anunció la movilización esperada, el 3 de noviembre irían a Miraflores, pero las diferentes consignas le impidieron que el pueblo notara que su solicitud ya tenía fecha.

El presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, tampoco pudo contener la molestia de la militancia opositora. Reiteró la marcha del 3 noviembre y explicó que ese día le entregarían al Presidente su carta de despido. “Tienen que entender que sin ruta clara no podemos avanzar, tenemos que evitar un derramamiento de sangre”, sentenció.

“No podemos actuar con irracionalidad, ahora que tenemos el juego ganado. Mucho juicio, sindéresis y racionalidad, que estamos cerca de la salida constitucional”, enfatizó Ramos Allup.

A Henrique Capriles Radonski, gobernador de Miranda, también le tocó su cuota de reclamo por parte de los asistentes de la marcha. Titubeó al tratar de explicar que no eran muchos para llegar a Miraflores, cuando en realidad quiso decir que no se podía dejar de lado a las personas del interior del país, que también quieren ir a Miraflores. “Pura paja, pura paja”, recibió como respuesta a su planteamiento.

Luego expresó: “No somos unos locos, no nos parecemos a ellos. Los golpistas son otros y están Miraflores”, fue entonces cuando el ánimo de los presentes empezó a cambiar. Explicó que no se pueden cometer los errores del pasado y dio un ultimátum al Gobierno: “O se restituye el orden constitucional o el 3 de noviembre nos vamos para Miraflores”.

María Corina Machado y Lilian Tintoti convocaron a la sociedad civil a acompañar la sesión parlamentaria, a partir de las 10:00 de la mañana en los alrededores de la Asamblea para determinar la responsabilidad política que obliga a declarar la ausencia del Presidente de la República y la necesidad de unas nuevas elecciones.

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