El diario plural del Zulia

Monseñor Del Prette: "Hay que pensar en el venezolano, no en ideologías"

Fue el responsable de la homilía el pasado sábado cuando la virgen Chiquinquirá bajó de su nido. Su discurso caló en los feligreses. Su imparcialidad invita a ser razonables ante el acontecer político. Un día antes de abandonar el Zulia, el arbobispo de Valencia, monseñor Reinaldo Del Prette, respondió cordialmente una entrevista al equipo de Versión Final. En defensa de la verdad y la democracia, visualiza como la única carta a jugar, el diálogo.

No sirve para nada la ideología” decía en el sermón de la noche del sábado. Y ayer profundizó en esa teoría. Contó que sólo repitió las palabras que el papa Francisco dijo en su primera visita a Latinoamérica. “Las ideologías no sirven para ponernos de acuerdo a los seres humanos”, decía el Sumo Pontífice. A lo que Monseñor le agregaba: “Una idea preconcebida de una ideología oscurece la verdad, no se va al fondo de las realidades del ser humano”.

—El domingo se logró el encuentro entre Gobierno y oposición. ¿Cree que se pierda esta oportunidad nuevamente?

Tienen que cumplirle al Papa y ponerse de acuerdo.

—Hay quienes ven el diálogo como debilidad. ¿Qué lectura le da usted? —

Si no se va al diálogo, ¿qué plantean? Lo que queda es violencia, guerra, y nosotros no queremos más un 11 de abril. Sin diálogo se tranca el juego. No hay de otra, hay que dialogar. Lamentablemente, la contradicción del ser humano es que el diálogo llega después de las guerras, por falta de racionalidad.

—El próximo encuentro sería para el 11 de noviembre. ¿Está muy alejada esa fecha? —

Se nombraron cuatro mesas de trabajo que, asumo yo, tienen que trabajar en los diferentes puntos de aquí al 11 de noviembre. Y en esa fecha, habría una plenaria para ver cómo han evolucionado los acuerdos en esas mesas. Siendo hipotético, creo que esa es la metodología escogida. Espero que desde las dos partes, con la anuencia de los facilitadores, se dé así, porque sino nos vemos más las caras hasta el 11 de noviembre, no sería serio.

—¿Los radicales de Gobierno y oposición se alejan de los postulados de la Iglesia con sus posiciones? —

La Iglesia dice hay que sentarse, dialogar y negociar, eso se hace en democracia. Si no hay diálogo, con una posición tan cerrada, ya sabes que eso va a la violencia que tienes a la vuelta de la esquina.

—La defensa del referendo ha sido una de las condiciones de oposición, ¿deben soltar el derecho constitucional? —

Lo que creo que es que las cuatro mesas de trabajo evalúen la Constitución y las leyes, porque creo que el revocatorio, que fue suspendido de una manera anormal, tendrá que ser un punto importante en el diálogo, no puede obviarse. Los intermediarios deben preguntarles a los responsables, ‘¿qué pasó aquí si es un derecho constitucional aprobado?, suspenderlo, eso es un abuso’. ¿Quién va a decir que es un abuso? Las mesas de trabajo, y ¿quién va refrendar que es un derecho constitucional? Los facilitadores. Ellos deben decir cómo vamos a resolver esto. Hay que tener racionalidad.

—¿La oposición debe ir a la calle o esperar los resultados del diálogo? —

El ir a la mesa de trabajo, para mí, no dice que no haya el ejercicio de la protesta por los derechos conculcados. No, de ninguna manera, cuando están en guerra hay gente que está en la mesa de negociación.

—Los presos políticos parecen ser los grandes olvidados de la agenda. ¿Cómo cree usted que se debe abordar ese tema? —

Tienen que liberarlos. Eso no tiene sentido en una democracia y todos los organismos internacionales están siempre machacando el tema. La Conferencia Episcopal Venezolana, en todos sus comunicados hace hincapié.

—¿Qué cree usted que resulte el diálogo? —

Todo es posible. Haciendo hipotéticos y ante tanta defensa del revocatorio, de repente el Gobierno diga, vamos a unas elecciones generales. Pongamos todos nuestros cargos a la orden y vamos a medirnos en elección popular. No podemos tener un libreto de cómo se van a desarrollar las posibles negociaciones.

—¿Cuál es su valoración del discurso de los líderes políticos venezolanos? —

Creo que no es tanto el discurso como la acción, porque siempre hay un careo, son cosas particulares y no le veo consecución a los grandes problemas. Ahora, ¿quién quiere una provocación que salga de los cauces y termine en violencia? ¿Gobierno, oposición? No lo sé.

—¿Este careo ayudará a que el diálogo tenga efectividad? —

Por eso quiero distinguir las palabras de las acciones, el domingo se vio que unos tiraron para acá, y otros para allá, pero igual se sentaron. Las palabras muchas veces no se adecuan a las acciones.

—Primero Justicia y Voluntad Popular mantienen la convocatoria de marcha a Miraflores, mientras que el Vicepresidente de la República asegura que el pueblo revolucionario defenderá los espacios. ¿Qué cree que usted que pasará? —

Está planteada la guerra. Eso no colabora al diálogo, esperemos que predomine la sindéresis, la racionalidad, el que tiene la verdad. El que grita y ejerce actos de violencia es porque carece de la verdad.

—Usted dice que hay que buscar la verdad de una sociedad que padece. ¿Cree que el Gobierno de ende su permanencia en el poder ignorando su responsabilidad con la ciudadanía? —

Es triste. Eso sería una pésima interpretación de lo que es el poder, que es servicio. El poder no es apabullar para beneficiarse de los demás. La política es una vocación de servicio. La oposición también lucha por el poder. Hay que tener corazón y mente en otra dimensión, sino, no vamos a salir de esta situación.

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