El diario plural del Zulia

Lorenzo Mendoza, outsider y mesías

El chavismo se agotó de la misma forma que el Pacto de Punto Fijo. La sociedad ahora busca otro salvador

¡Presidente! ¡Presidente! ¡Presidente!”, coreaban los asistentes en el pasado Festival del Jonrón Pepsi.
En medio de aquella algarabía estaba Lorenzo Mendoza, presidente de Empresas Polar. Él motivaba esa euforia y hacia él iba dirigida.

No era la primera vez que sucedía, pero la debacle de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y la incapacidad del Gobierno de resolver los problemas básicos del país, impulsa a los venezolanos una vez más a buscar una figura ajena a la política tradicional para que tome las riendas del poder. Su nombre ya aparece en varias encuestas.

“Los outsiders surgen con éxito cuando hay un agotamiento en la clase política, un descrédito de los
liderazgos. Y eso es lo que estamos visualizando”, explica Ricardo Ríos, presidente de la consultora Poder y Estrategia.

La oposición es el sector más desgastado. Existe una fragmentación notable y hay agendas irreconciliables entre los partidos. El Gobierno también, como responsable de una crisis económica sin precedentes y que solo gana elecciones gracias a su maquinaria clientelar.

“Todas las condiciones están dadas para el surgimiento de un outsider. Y Lorenzo Mendoza es una persona conocida, que viene de fuera del mundo político. Es muy bien valorado como
figura”.

En ascenso Poder y Estrategia, revela Ríos, mide la popularidad de Mendoza desde enero pasado y siempre es una de las personalidades que goza de mayor simpatía en la oposición.

Tras la elección de la Asamblea Constituyente, que desplomó liderazgos emblemáticos como los de Henrique Capriles Radonski y Leopoldo López, su perfil ha ido en ascenso. “Lorenzo Mendoza es una verdadera amenaza. No solo para el chavismo, sino para la clase política opositora, donde hay tantas fracturas. Un sector que va a darle un apoyo abierto, como en el caso de Henri Falcón, que le dio una bienvenida al debate político, que es más bien una estrategia de posicionamiento”.

Sería contradictorio, comenta Ríos, si el empresario se postula con la tarjeta de los partidos opositores,
porque ellos precisamente son el objeto del rechazo popular.

“Sería para él mucho más ventajoso lanzarse como un candidato alternativo a todo este escenario. Incluso pudiera arrastrar votos del chavismo decepcionado”.

Resistencia Leoncio Pinto, sociólogo y analista político, no cree que la eventual candidatura de Mendoza vaya a unificar a los partidos de oposición. Al contrario, pudiera encontrar resistencia.

“La oposición hoy es un montón deshilachas de fuertes controversias internas”. La incertidumbre que produce un Gobierno que no sabe cómo sacar al país del atolladero y una oposición
incapaz de presentarse como la alternativa, deja un espacio abierto para que un outsider entre en la carrera política, incluso sin maquinaria o aparato partidista.

“Sería muy fácil para Lorenzo Mendoza ganar una elección, porque hay un profundo descontento.
No tendría que pasar por el filtro de las primarias opositoras. Las primarias dividen demasiado y quienes
han mantenido el liderazgo opositor —Primero Justicia, Voluntad Popular— no estarían de acuerdo con que alguien llegara y los desalojara”.

Pinto no duda de que una candidatura como la de Mendoza tendrá adhesiones en la oposición, pero no será de los partidos con más peso, como Primero Justicia, Voluntad Popular o Acción Democrática, salvo que no les quede otra opción.

“El tema es cómo le venderá al país su candidatura”, apunta Ríos, “para que sea unitaria y contar con la maquinaria de los partidos, sin que sean los partidos los protagonistas”.

El mesianismo

La consultora Poder y Estrategia establece algunas similitudes entre el caso de Lorenzo Mendoza y Hugo
Chávez. En la década de los 90 se agotó el Pacto de Punto Fijo como proyecto político, de ese agotamiento surge el militar como el líder fuerte, unitario y mesiánico. “El modelo del chavismo también  de los partidos con más peso, como Primero Justicia, Voluntad Popular o Acción Democrática, salvo que no les quede otra opción.

“El tema es cómo le venderá al país su candidatura”, apunta Ríos, “para que sea unitaria y contar con la maquinaria de los partidos, sin que sean los partidos los protagonistas”.

El mesianismo La consultora Poder y Estrategia establece algunas similitudes entre el caso de Lorenzo Mendoza y Hugo Chávez. En la década de los 90 se agotó el Pacto de Punto Fijo como proyecto político, de ese agotamiento surge el militar como el líder fuerte, unitario y mesiánico.

Cuidado con la antipolítica

María Chiquinquirá Parra, politóloga, no cree que Lorenzo Mendoza represente una amenaza para la oposición, que debe darle la bienvenida a propuestas diversas. La sociedad civil está distanciada
de sus líderes habituales, por sus estrategias poco claras para enrumbar al país hacia la
democracia.

“Hay que tener mucho cuidado de jugar a la antipolítica. No existe la democracia sin partidos políticos. Si bien ha habido un desacierto, los políticos son necesarios para la reconstrucción de la democracia.

Mendoza puede convertirse en una opción. Y aún así, tendría que ser postulado a través de un partido político”.

Los partidos, arma, son la principales estructuras de participación política. Y más allá de los eventos electorales, son canalizadores de las demandas de la sociedad civil. Ese es el papel que, a su juicio, deben retomar.

 

 

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