El diario plural del Zulia

Liderazgo comprometido

Muchas expectativas. Los líderes opositores parecen poner todas sus energías en la convocatoria del 1° de septiembre, con la que esperan lograr una movilización masiva y pacífica de venezolanos que desean defender su derecho de revocar el mandato presidencial de Nicolás Maduro.

Durante las manifestaciones del 15 de abril de 2013, tras las elecciones presidenciales en las que Henrique Capriles exigió un reconteo de votos, el líder opositor que fue candidato presidencial pidió a sus seguidores disipar las protestas por los actos de violencia que se presentaron en diversos estados. “Los líderes nunca se rinden y tampoco se entregan. Si Bolívar se hubiese entregado a los españoles seguiríamos siendo esclavos, pero ellos lucharon porque Venezuela fuera un país libre y democrático”, expresó el abogado, Sergio Urdaneta.

El excongresista de Copei sostiene que uno de los factores que los venezolanos medirán es qué guras dentro de la oposición se mantendrán y darán la cara por sus seguidores, pues garantiza que solo los que permanezcan serán dignos de ocupar cargos de primera fila dentro de un nuevo gobierno.

“Solo el pueblo salva al pueblo. Estamos solos en esta lucha”, cita Urdaneta. El constitucionalista asevera que ninguna instancia internacional podrá presionar al Gobierno para que reconozca sus fallas y active el referendo revocatorio porque prevalecen los intereses de los países que conforman los organismos.

Posibles escenarios

El politólogo Ricardo Ríos plantea que el 1-S se pueden presentar tres escenarios y en cualquiera de ellos los líderes de oposición ponen en juego su credibilidad.

La posibilidad de lograr una asistencia masiva y pací ca, que logre presión, los resaltaría dentro del partido como posibles candidatos; pero si la convocatoria terminara en hechos de violencia y deciden retirarse podrían ser percibidos por los seguidores como cobardes y los desplazarían por un largo tiempo de la arena política.

“Si después de varias semanas con un esfuerzo comunicacional importante, con un esfuerzo logístico, no se logra una toma realmente masiva y con impacto van a perder mucha credibilidad porque va a quedar en evidencia que el poder de convocatoria está muy por debajo de la situación del país”, expone el presidente de la consultora Poder y Estrategia.

El segundo factor en juego sería el debilitamiento político, tanto de los actores como de los seguidores, además, se puede producir un descontento mayor y un sentimiento de frustración por parte de los venezolanos que apuesten por salir a manifestar.

El politólogo Édgar Camacho reafirma que la credibilidad de los líderes está en juego. “Si el ciudadano no se ve bien representado por el líder opositor también lo va a sacar de su escena y van a tomar la iniciativa propia”.

Según Camacho, tanto los dirigentes como los venezolanos de oposición tienen más que ganar que perder con las manifestaciones de calle, “porque protestar es un derecho constitucional, pero además es el único mecanismo que queda porque han cerrado las alternativas políticas”.

“En resumen, el país se está jugando su futuro y por eso es necesario que la MUD mueva bien sus piezas y que la manifestación sea sin precedentes. Es vital porque lo que está en juego es el futuro del país”.

 

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