El diario plural del Zulia

Las amenazas de “golpe” como discurso unificador

En la narrativa del oficialismo ayer iba a haber un golpe de Estado, no una simple marcha para exigir la activación del referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro. Un día antes de la Toma de Caracas, el vicepresidente Aristóbulo Istúriz aseguró que era “una convocatoria para dar un golpe de Estado”. El relato chavista era uno solo en todo el Polo Patriótico.

“El Gobierno intenta, ante la crisis de gobernabilidad y pérdida de popularidad, reunificar y radicalizar a la gente del PSUV y del Polo Patriótico. Le envió un mensaje con ese discurso a toda la militancia, incluso al Polo Patriótico: si tumban a Nicolás Maduro, nos tumban a todos. Se quedan solos los gobernadores y los alcaldes”, opina Jesús Castillo Molleda, politólogo y docente universitario.

El error que cometió el oficialismo, a su juicio, fue medirse con la oposición en una convocatoria de masas. El Ejecutivo sabe que no tiene pueblo, pero sí instituciones, a las que también etiqueta como potenciales víctimas de un derrocamiento.

“Una toma de Caracas era riesgosa para el Gobierno luego de un antecedente como el de 2002. Y ante las expectativas que algunos voceros pudieron vender, de que el 1º de septiembre iba a haber cambio de gobierno, sin ninguna duda este se preparó en su discurso a lo interno”.

Castillo Molleda agrega que la Toma de Caracas demostró que los “escuálidos” ya no son los opositores, sino los chavistas, aunque aconseja no despreciar el esfuerzo que los rojos hicieron para movilizar a sus militantes. “El Gobierno, a pesar de lo que pudo pasar hoy, sobrevivió. Y sigue con su agenda de no hacer el referendo este año”.

Buscando unidad

Egno Chávez, sociólogo y analista político, considera que el chavismo denunciaba un supuesto golpe de Estado para alinear lo que le queda de institucionalidad y evitar a toda costa un alzamiento que también iría en contra de los demás poderes públicos.

“Hay una presencia importante en la calle en rechazo hacia la continuidad de Maduro, sin embargo el Gobierno logró reactivar al chavismo para proteger lo que le queda de apoyo popular. El balance para el Gobierno no es tan malo en el sentido de que logró reactivar su estructura interna”.

Aunque es evidente, dice, que los líderes de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) reiteraron antes de la marcha que su objetivo político no es derrocar a Maduro. Al contrario, lo que se proponen es presionar al Consejo Nacional Electoral para revocar a Maduro de la presidencia con votos. “El Gobierno está cumpliendo con parte de su estrategia, que es defender su estadía en el poder y alargar su presencia hasta el 2018”.

¿Le sirve a la MUD de algo la Toma de Caracas? Sí, responde Chávez: para evidenciar que tienen un gran respaldo popular, pero sin elecciones, no pueden echar mano de ese recurso.

“La oposición está perdiendo un espacio muy importante, ganando las elecciones regionales, para acumular fuerzas institucionales y sumarlas a la Asamblea Nacional. Parece que la oposición se engolosinó con los resultados del 6-D y tardó mucho tiempo deshojando la margarita sobre el instrumento a aplicar para sacar a Maduro del poder”.

 

Lea también
Comentarios
Cargando...