La falacia del diálogo
Un camino escabroso recorre la palabra diálogo. Siete meses han transcurrido desde que Ernesto Samper pidió un encuentro entre Gobierno y oposición. La palabra se ha repetido por actores políticos nacionales e internacionales rescatando la diplomacia de una hipócrita democracia.
El principio de la negociación es hoy día boicoteado por los intereses de cada extremo. El Gobierno se aferra al poder y la oposición de ende a capa y espada el referendo revocatorio (RR) como la inquebrantable condición para sentarse.
Verónica Medina, politóloga, considera que no existe una verdadera intensión de dialogar, solo que el término se ha usado para bajar los niveles de presión en lo político y social. “El Gobierno necesita dar una imagen de que algo está haciendo”, por lo que instalar una mesa de negociación le da una lectura democrática al Ejecutivo.
Para Medina, la oposición tampoco tiene voluntad, porque quieren imponer unas condiciones que no generan el ambiente de negociación que se espera. Aunado a que internamente existen bloques que no logran consenso. La MUD es una cantidad de grupos y personalidades que di eren en torno eso”.
No hay homogeneidad interna en torno al tema, asegura la también experta en despolarización en Venezuela. “Ahorita ambos (oficialismo y oposición) quieren el botín más grande que es la presidencia, y uno de los principios de la negociación es que los intereses tienen que ser divergentes y aquí ambos quieren lo mismo”.
De espalda a dialogar
La politóloga y experta en análisis del discurso, Lorena Espina, asegura que ni siquiera en el Gobierno de Chávez hubo intención de dialogar, pues en un principio tenían legitimidad y el carisma de la gente. “No les interesaba el diálogo”, y, ahora, estando en un escenario totalmente contrario, tampoco impulsarán una estrategia que les será desventajosa.
Lo extensivo del mismo discurso es a juicio de Espina, para mantener la imagen de un Gobierno democrático, pero eso no quiere decir que se intente buscar un diálogo sincero. “Han utilizado esto para tener mejor imagen internacional y dilatar el tiempo, aquí hay una red de juegos que únicamente tienden a que el statu quo se mantenga”.
La contrariedad del discurso
El experto en historia política Jorge Govea manifiesta que “Chávez se encargó de plantear que el diálogo era malo para el sistema político”, por lo que observando el discurso “destemplado” del gabinete Ejecutivo, negociar es una posibilidad negada. “Qué sentido tiene hacer el diálogo si me dices que no va el referendo este año y probablemente el otro tampoco; que el CNE no da muestra de mediar en la situación, ni siquiera han hablado de las elecciones a gobernadores, que el TSJ disuelve la Asamblea. Uno se pregunta a qué diálogo nos estamos re riendo”, cuestionó Govea.
Reunión secreta
Haciendo uso de la historia y colocando como ejemplo Colombia, Govea recordó que los primeros encuentros para el acuerdo de paz se hicieron en off porque eran “reuniones preparatorias”. En el caso de venezolano una vez que se hicieron públicos los encuentros secretos, “abortó el proceso”, por ser una de las primeras condiciones que fueron violadas. “Eso fue un tiro en el ala".
“Eran unas reuniones preparatorias, es lo que se hace en estos procesos, primero hay unos interlocutores, con unos facilitadores para que las partes se acerquen, preparar la agenda, los escenarios, los lugares, los representantes y se estaba en esa fase y ahí se quedó todo”.
El politólogo no critica que ambos sectores se acerquen, al contrario, considera que “difícilmente si las partes no cumplen con las reglas que ellos mismos se fijan, no hay manera de que ese diálogo pueda darse”.
El tiempo de hablar
La politóloga Verónica Medina considera que aún no están dadas las condiciones para el diálogo, sino que cuando la situación política y social empeore de tal punto que no va a quedar de otra. “El diálogo se da cuando los costos de no negociar son más altos que negociar, es decir, tú no dialogas con el otro por un asunto de voluntad porque quieres ser democráticos, lo haces porque no hay otra alternativa. Pre eres perder ciertos derechos a simplemente perderlos todos”.