El diario plural del Zulia

Gobernadores rojos en la mira del PSUV

El Gobierno perdería unas veinte Gobernaciones en caso de realizarse las elecciones de Gobernadores en el 2017. Lo dicen las encuestas y lo sabe el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

Ante la amenaza, el PSUV no da su brazo a torcer y, lo contemple la Constitución o no, deshoja escenarios como la renuncia del Presidente, activar el referendo revocatorio e ir a elecciones, menos en los estados fronterizos.

Si pierden dichas elecciones, entonces nombrarían una autoridad única por estado, que estaría por encima del Gobernador. “No es casual la designación del vicepresidente, Tarek El Aissami y el traslado de seis Gobernadores del PSUV al gabinete del Ejecutivo nacional. El 75 % de la población dice que el culpable de la crisis es Nicolás Maduro. Podrían ellos pensar en un proyecto para 2018, reorganizarse y sacar a Maduro por enfermedad del juego político. Queda El Aissami con todo un equipo de Gobierno y así oxigenan la alta esfera del poder gubernamental”, asegura el politólogo, Jesús Castillo Molleda.

Para él, la estrategia del chavismo consiste en poner Gobernadores en ministerios y nuevos líderes en esos territorios para oxigenar también las regiones.

“Bajan a las Unidades de Batalla Hugo Chávez (UBCH), tienen el Carnet de la Patria, los CLAP, programas sociales y lo que están buscando es hablarle otra vez a la gente. Sin ninguna duda, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) va a crecer, quizá un 5 % más y obviamente, Nicolás Maduro se mantiene abajo, entre 10 % a 12%”. Otra opción para el oficialismo es activar el referendo revocatorio solicitado por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

“Lo activan como la gente va a decir, ¿para qué voy a participar en un referendo si va a quedar el mismo Gobierno? Habría entonces una abstención. Si el 19 % de las personas inscritas en el Registro Electoral Principal (REP), se abstienen, el Gobierno queda otra vez. No perdería el referendo. No habría la posibilidad de obtener los 7 millones 598 mil votos para revocar el presidente Nicolás Maduro”.

¿Hubo o no?

En opinión del especialista, la apuesta de los rojitos fortalecería al Gobierno, reactivaría la democracia y al Consejo Nacional Electoral. “Van a decir que sí hubo elecciones y que van a hacer las elecciones del referendo que la oposición convocó. Enredaría a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) lo que sería una jugada de alta política”, expresa el analista.

Un tercer escenario sería convocar las elecciones de Gobernadores y Alcaldes en diciembre de 2017. “En todos los estados que pierdan, obvio, perderían en casi todos, el 95 % los perderían, nombran una autoridad única en cada estado. Esa autoridad va por encima de los Gobernadores y Alcaldes y ahorca los presupuestos regionales y municipales. Todo el mundo va a depender del Gobierno central. Resuelvo mi problema y digo que hay democracia”.

Otra de las cartas que podría ponerse sobre la mesa es hacer elecciones en todos los estados, a excepción de los fronterizos. Es una forma de atornillar en el poder a ocho Gobernadores, fortalecer las estrategias de las relaciones internacionales y eje estratégico, para no perder esos espacios de poder.

Según el especialista, esta estrategia se aplicaría primero, “porque para ellos es muy importante no perder Táchira, Zulia, Falcón, Amazonas, Delta Amacuro, la parte insular de Venezuela, ahí está la parte marítima, que también es un ala internacional de límite”. También tendrían un eje estratégico de mucha población votante y de muchos recursos para poder hacer esa parte del Gobierno.

Removidos

La otra estrategia es seguir moviendo a los Gobernadores. “Por ahí hubo un rumor muy fuerte en los predios del PSUV, de que Francisco Arias Cárdenas y José Gregorio Vielma Mora son los próximos a mover. Árias iría a la cancillería y Vielma Mora para el ministerio de Comercio. Si eso ocurriera, el panorama cambia. En el Zulia, la única gura después de Arias sería Omar Prieto. Tendrían que nombrarlo secretario de Gobierno o Gobernador y sin ninguna duda se reaniman las fuerzas políticas del PSUV y hay un Gabinete mucho más dinámico para recuperar el Gobierno, que tiene debilidades económicas”.

De acuerdo con Castillo Molleda, una jugada magistral es que anulen la MUD, no legitimen ningún partido, convoquen a elecciones y el único que pueda inscribirse sea el PSUV.

“La oposición no va a tener partidos qué inscribir y no va a poder legalizar los partidos pequeños. Llaman a elecciones y van ellos solos, como pasó en el 2005, jaque al rey. Hay antecedentes reales para pensar que pueda ser así”, señala.

Entonces el Gobierno termina jugando al nal, sentencia el politólogo. “Agarra al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ); a las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivariana (FANB) y al CNE y dice, aquí no hay elecciones hasta 2018; porque tienen que legitimar los partidos, porque el proceso es engorroso, porque es difícil, porque son muchas semanas, porque la firma tuya no es, porque la huella dactilar tuya no aparece, ahí se van a llevar todo el año formalizando los partidos”.

Escenarios inestables

El análisis del politólogo Jesús Castillo Molleda se hizo en el marco del foro Perspectivas Sociopolíticas y Económicas, organizado por la Fundación Renovando Esperanzas y el Instituto Universitario San Francisco de Fe y Alegría, donde igualmente el sociólogo, Egno Chávez, expuso su visión acerca de los escenarios políticos que podrían presentarse en el 2017.

Chávez considera que un escenario estable podría mantenerse si hubiese las elecciones pautadas en la ruta electoral institucional, “cosa que estamos en pleno proceso”, dice.

Cree que para mantenerse en ese tablero político, en este momento, la negociación hace mucha falta y en un escenario estable, el diálogo sería importante, recomienda. El sociólogo estima que el país se encuentra en un contexto inestable.

“Es inestable el que hoy, la Asamblea Nacional no sea reconocida, los poderes constituidos no reconocen a la Asamblea que fue electa popularmente, eso es un problema para poder negociar, cualquier mesa de diálogo pasa por reconocer al otro”, afirma.

Piedra judicial

En su opinión, otro sector que genera conflicto es el TSJ. “Se está convirtiendo en una especie de Asamblea Constituyente, que decide todo y cada quien debe ocupar sus espacios institucionales y a la Asamblea también le sale hacerlo”, explica.

En busca de la paz y entendimiento en el escenario inestable, recomienda a la MUD sentarse en la mesa de diálogo. “Debe estar en esa mesa donde está el Vaticano, donde están los facilitadores, porque es la única manera de lograr que se reconozca a la Asamblea Nacional como un poder electo popularmente”.

Un último escenario que visualiza el sociólogo para el 2017 es el del caos. Afirma que si continúa la confrontación política, no hay diálogo, y el Gobierno sigue con políticas económicas equivocadas y además, no hay confianza y no hay seguridad jurídica, es imposible que los actores económicos tanto nacionales como internacionales vengan a invertir a Venezuela ni fluya la paz y el entendimiento nacional.

 

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