Frente opositor consolida el liderazgo colectivo
El nacimiento del Frente Amplio “Venezuela Libre” trae consigo la posibilidad de un nuevo escenario político, donde la masa opositora predomine. La inclusión de distintos rostros se visibiliza en la conformación del movimiento opositor que hoy toma fuerza.
La suma de jóvenes, empresarios, académicos, doctores, voceros de la Iglesia católica y evangélica, incluso, dirigentes políticos y disidentes chavistas parece materializar la unidad que se necesitaba para trazar la ruta al cambio, no solo de Gobierno, sino de soluciones a los problemas críticos del país.
Para ello, expertos en política debaten la función de la MUD dentro del Frente Amplio opositor y el liderazgo que la plataforma debería tener.
Unos aseguran que el bloque de partidos consolidó su fin, mientras que otros no descartan su importancia dentro de las líneas de acción a ejercer junto con la sociedad civil.
“El Frente Amplio es la muerte de la MUD. Aunque ellos desaparecieron por sus errores cometidos desde 2016 y 2017”, expresa el politólogo Carlos Raúl Hernández.
Desde sus inicios, la MUD nació con el objetivo de sacar al Gobierno mediante un plan electoral a largo plazo, comenta Hernández, “esta vez el objetivo del frente se concentra en dos marchas y un firmazo que pueden restarle votos a Henri Falcón”.
Por su parte, el también politólogo Guillermo Tell Aveledo sostiene que la MUD está contenida dentro del Frente Amplio y esta, a su vez, por otros componentes.
Resalta que ante la coyuntura actual, la unión de partidos políticos con otros sectores de la sociedad civil es necesaria para conseguir resultados distintos ante “un gobierno menos popular, pero más autoritario”.
“Ni los partidos políticos, por la experiencia de estos últimos años, ni la sociedad civil han sido capaces de conseguir el cambio por sí solos”.
Admite que volvemos a los tiempos donde la sociedad se unía a los líderes políticos, pero que la diferencia en estos tiempos recae en la importancia que, pese a todo, tienen las organizaciones políticas, de la que no gozaban las organizaciones en la Coordinadora Democrática.
Tell Aveledo resalta que la gran distinción del Frente “Venezuela Libre”, con otras coaliciones reseñadas en la historia, es la suma de actores de la Iglesia, las universidades y, especialmente, los disidentes chavistas.
“Esta vez hay gente que viene de distintas experiencias opositoras previas y pueden tener recuerdos de qué fue lo que no funcionó en esa etapa para tratar de evitar esos errores”, dice el experto.
¿Quién al mando?
Uno de los mayores retos para la nueva plataforma opositora, explica Tell, es lograr la unión de dos corrientes: el expendio electoral del candidato de Avanzada Progresista, Henri Falcón, y aquellos desafectos del Gobierno que no se inclinan al tipo de acción radical de la MUD.
Precisa que estos dos grupos deben ser considerados desde la organización del Frente Amplio, por lo que una gura con el mayor alcance unitario posible es quien debe estar a la cabeza del movimiento opositor.
“La gura más conducente al mando sería alguien que pudiera trascender por encima de esos desánimos, porque en Venezuela a veces pesa más la biografía que los logros completos”.
A juicio de Julio Urribarrí, profesor de la Universidad Rafael Urdaneta, aunque la MUD esté contenida dentro del movimiento, uno de los elementos esenciales que le brindaría credibilidad sería su nivel de amplitud.
“El problema del país y de la propia oposición no es de liderazgo sino de unidad. Primero que se consolide el gran movimiento, después se le pondrá rostro”, comenta.
No obstante, el también analista político reitera que el deber de este frente es incorporar más sectores que no tienen liderazgos nominales. “A mayor amplitud, mayor consolidación de lo que sería un liderazgo colectivo que es lo que la gente reclama”.
Pero nombres alejados de la política como el padre José Virtuoso o la rectora Cecilia García Arocha son algunos de los más mencionados por los expertos como voceros ideales para esta causa.
