El diario plural del Zulia

Fortunas socialistas bajo la lupa

El exjefe de Escoltas de Hugo Chávez, Adrián Velásquez, el exjefe del Programa Bolívar 2000, el general Víctor Cruz Weffer y autoridades de Petróleos de Venezuela, como Jesús Villanueva, comparten tarima con funcionarios y ciudadanos de otros países en una trama develada que aunque no necesariamente implica hechos de corrupción en todos los casos, revela complicadas operaciones que facilitan el lavado de dinero, desviación de recursos y en otros casos presuntas irregularidades.

Empresarios –algunos vinculados al Gobierno de Venezuela, aunque luego aparecieran bajo la figura del asilo en otras naciones– también usaron a Mossack Fonseca para construir tramos submarinos de sus operaciones financieras. Sus nombres saldrán a relucir a partir de hoy (ayer). También hay casos de comerciantes que abrieron fachadas corporativas en paraísos fiscales como Hong Kong, Panamá, Islas Vírgenes o Belize para sacar provecho de las oportunidades que abrió la avidez importadora del Gobierno venezolano.

Conocido como #PanamaPapers o Los papeles de Panamá, los reportajes publicados desde este domingo se convirtieron en tendencia mundial. El origen de estos trabajos es una filtración realizada al periódico alemán Süddeutsche Zeitung de Múnich que ante la avalancha de documentos recurrió al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), el cual articuló la cobertura global, con especificaciones en cada país donde figuran involucrados.

Más de 11,5 millones de documentos fueron filtrados en formato electrónico de un bufete panameño, Mossack Fonseca (MF), que desde el istmo y a través de su 38 sucursales en todo el mundo lidera la industria de incorporación de empresas en paraísos fiscales como, además del mismo Panamá, las Islas Vírgenes Británicas, las islas Seychelles en el Océano Índico o los estados norteamericanos de Nevada y Delaware, entre otros, revela la página www.panamapapersVenezuela.com donde fueron publicados los trabajos en el cual participaron 11 periodistas de medios digitales venezolanos coordinados por el portal de investigación Armando.Info.

Este domingo fueron expuestos tres casos en los portales, Runrunes, Armando. Info y El Pitazo. Durante la semana serán publicados nuevos reportajes a través de Efecto Cocuyo. La página oficial que contiene todos los reportajes fue atacada este domingo.

Los casos
La palabra “Venezuela” aparece en un poco más de 241.000 documentos contenidos en la base de datos filtrada y que constituye la mayor revelación de información sobre paraísos fiscales que haya ocurrido hasta el momento.

El exedecan del presidente Chávez, el capitán (r) Adrián Velásquez, de 36 años, mantiene la empresa Bleckner Associated Limited en Las Seychelles. La compañía se dedica a administrar los activos rentables de Velásquez con una perspectiva de gestión de riqueza.

Este exoficial convirtió República Dominicana en su morada y su vida ha tenido un notable ascenso, escribe el periodista Alfredo Meza. Una investigación de la propia firma Mossack Fonseca recomendaba
indagar más sobre el perfil como eventual cliente de Velásquez, debido a que podría estar vinculado al negocio ilegal de comida. De igual manera se informa que el exmilitar tiene una cuenta en Suiza y cinco compañías de un capital de 10 mil dólares cada una en Panamá.

Por su parte, la periodista Lisseth Boon, de Run.Runes escribe sobre el general Cruz Weffer y cómo el exjefe del Plan Bolívar 2000, implicado en presuntas irregularidades administrativas durante su gestión abrió una sociedad en Seychelles en 2007 cuando fue imputado por enriquecimiento ilícito y ocultamiento de datos.

“El 7 de mayo de 2007, tres semanas después de haber sido imputado por el Ministerio Público por delitos contemplados en la Ley contra la Corrupción de Venezuela, Cruz Weffer desvió su trayectoria empresarial a otro continente. En Seychelles, un archipiélago de arenas blancas y aguas color esmeralda del océano Índico, fue registrada a su nombre la empresa Univers Investment Ltd, con un capital de 50 mil dólares”, reporta Boon.

A diferencia del caso del edecán, Weffer si respondió los requerimientos de la periodista. Vía correo electrónico (30-03-2016) negó haber registrado Univers Investment. Agregó que “años atrás” adquirió una empresa registrada en Panamá por un monto de $50 mil para abrir una cuenta en un banco filial del Crediss Suiss (sic) en Ginebra, para solicitar un crédito a la financiadora italiana Credito and Svillupo con el fi n de desarrollar proyectos de vivienda en Venezuela. Aclaró que tanto la empresa como la cuenta están actualmente cerradas”.

Un tercer caso fue revelado este domingo 3 de abril. Se trata de Jesús Villanueva, que hasta 2010 fue el auditor general de PDVSA. El reportaje escrito por el periodista César Batiz relata la vinculación de este alto cargo con una empresa de maletín. “Un año antes de jubilarse quiso obtener un poder para manejar una empresa inscrita en Panamá, a través de una operación que involucró a Suiza y Luxemburgo, todo bajo un entramado diseñado por Mossack Fonseca”.

Luego de distintos esfuerzos y dada la precaución de MF, finalmente Villanueva se relaciona con la empresa Blue Sea Enterprises e involucra a su hija en el manejo. Su hija, Anny Josefina dice no recordar el nombre de la compañía, pero asegura que no se encontrará ningún documento que compruebe que ella maneja una cuenta bancaria de Blue Sea Enterprises.

“Si ustedes no tienen un documento que diga que hay una cuenta a mi nombre de esa empresa no pueden decir que yo soy testaferro”, expresó al ser entrevistada telefónicamente, para luego agregar: “Si yo tengo esa empresa a nombre de mi papá cuál sería el problema”, respondió ante los requerimientos del periodista.

¿Qué más se viene?
En la plataforma Panamapapersvenezuela.com se explica que la pesquisa empezó en junio de 2015 e involucró a 11 periodistas de diversos medios electrónicos. Si bien una gran parte de los cientos de miles de documentos relativos a Venezuela no incluyen información relevante, la mera revisión, análisis y procesamiento de los datos signifi có meses de trabajo.

“Queda claro que constituir una empresa offshore no representa un delito en sí mismo y hasta resulta algo natural para determinadas transacciones comerciales”, aclaran. Y agregan: La mayor parte de los servicios que la industria offshore provee son legales si los utilizan quienes obedecen a la ley. Pero los documentos demuestran que bancos, firmas legales y otros actores offshore a menudo no siguieron los requerimientos de ley para asegurarse de que sus clientes no están envueltos en actividades criminales,
evasión de impuestos o corrupción política. En algunas instancias, según muestran los archivos, intermediarios offshore se protegieron a sí mismos y a sus clientes ocultando transacciones sospechosas o alterando registros oficiales.

Durante esta semana seguirán publicando reportajes elaborados por los periodistas Ahiana Figueroa, Alfredo Meza, César Batiz, Ewald Sharfenberg, Fabiola Zerpa, Joseph Poliszuk, Katherine Pennacchio, Laura Weffer, Lisseth Boon, Roberto Deniz y Ronna Rísquez.

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