El diario plural del Zulia

Su fidelidad al socialismo le otorgó el pase al BCV

Sigiloso y sin mucho protagonismo, así le cayeron las canas a Ricardo Sanguino. Siempre inmerso en el seno político del socialismo, compartió curules con Nicolás Maduro, lo que lo condujo a ser cercano al ahora Presidente. No cree en la crisis, pero sí en la guerra económica , punto de encuentro entre el jefe de Estado y el ahora presidente del Banco Central de Venezuela (BCV).

Le llegó el momento de ser la noticia, pues tras su paso por la Universidad Central de Venezuela (UCV) solo fue un militante más de izquierda. Al obtener su pregrado entró a las las del MVR200, y no fue hasta el año 2000 con el ingreso a la Asamblea Nacional (AN), que es reconocido como un parlamentario sembrado en la comisión de finanzas, asumiendo su presidencia por 10 años consecutivos.

“Lo conozco muy bien, es uno de los hombres más estudiosos y conocedores de la vida económica, financiera y monetaria del país”, decía Maduro hace tres días al hacer un resumen del currículo de Sanguino. Un economista el al socialismo, militante del Psuv, con 15 años cumplidos en un curul dentro del máximo ente legislador del país. En las últimas elecciones fue el único candidato de oficialismo ganador en Táchira.

Reforma al BCV

César Pérez Vivas, exgobernador de Táchira y exdiputado del legislativo, considera que dicho nombramiento “es peor de lo mismo” y no representa “ni la más mínima esperanza de que pueda ofrecerse un cambio en la conducción de la política económica”, pues Sanguino ha sido actor fundamental del actual sistema, siendo responsable desde la AN, de los daños causados a la autonomía del BCV.

Fue Sanguino quien tramitó la reforma a la Ley Orgánica del BCV en el 2015, antes de que el oficialismo perdiera la mayoría en la AN, acto que este miércoles, a dos años de aquella medida dictada bajo emergencia económica, le otorgó el pase directo a su actual cargo. En el artículo 9 de aquel documento se estableció que el titular del BCV sería designado por el Presidente de la República, sin consultarle al Legislativo.

Pérez Vivas recordó que cuando compartieron curules, nunca le exigió al BCV el cumplimiento de sus obligaciones. “Yo soy muy poco optimista respecto a que su asignación pueda traer algún tipo de cambio positivo; por el contrario, da indicios de que pueda empeorarse aún más”. Acusa que fue un parlamentario que se limitó a cumplir instrucciones desde el Gobierno central.

Su conducta

Su bigote le obliga mostrar una sonrisa, pero su ceño casi siempre fruncido, deja en evidencia a un señor cascarrabias. Su voz es altiva y fresca, pero tiende a ser ronca cuando se acelera en un planteamiento que termina alborotándole las arterias alrededor de su garganta.

El economista Sanguino no es un personaje muy influyente entre el chavismo. Pero sus conservados 73 años lo convierten en un político de antaño. Trasmite disciplina, es de los que prepara su discurso en una hoja antes de plantarse a hablar, así lo de ne quienes han compartido con él, tanto en la AN como el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

Su colega Rodrigo Cabezas lo acompañó en el Hemiciclo en ese primer periodo 2000-2006, y un año después cuando Cabezas asumió el Ministerio de Finanzas, también trabajaron juntos. “Es un hombre honesto y muy disciplinario como militante del PSUV”, cuenta Cabezas a Versión Final.

Recordó que juntos enfrentaron el período convulso del paro petrolero 2002-2003. “Aprobar los recursos extraordinarios para el Ejecutivo era una odisea, por la violencia que llevaron los diputados opositores a la comisión de finanzas (…) A veces discrepamos por su excesiva disciplina o apego a la línea partidista”, comentó el economista.

La nueva generación socialista le dice “El Látigo”, y es que a Ricardo Sanguino no le tiembla el pulso para decir con contundencia lo que considera mal de un colega. Juan Aponte, diputado suplente de Cilia Flores, justifica que Sanguino es un hombre mayor y algunos aprecian sus consejos como un látigo. “Sus palabras son certeras, cuando dice una cosa es porque tiene asidero y habla con toda responsabilidad. Cuando ve que algo se está haciendo mal lo dice con todas sus palabras”, asegura el parlamentario de oficialismo.

Un tipo gris y complicado de carácter”, así lo de ne el diputado y también economista José Guerra. Trabajaron juntos en la comisión de finanzas y asegura que nunca propuso nada, aunque asistía a las sesiones con cierta regularidad. Guerra no considera a Sanguino competente para la nueva responsabilidad que asume. Claro, tiene estudios en economía, “pero hace 25 años. Es muy desconocedor del área”, asegura que tiene una visión muy arcaica de lo que es la inflación, por lo que cree que será “peor el remedio que la enfermedad”.

Ricardo Sanguino no tiene tachaduras en su currículo político, aunque antes de su llegada a la AN haya sido un oscuro personaje y sin ninguna actividad destacada. Sus 15 años bajo la doctrina del PSUV le han dado oportunidad para mostrarse el y rodilla en tierra con el socialismo, lo que lo exime de cualquier formación académica requerida para asumir el BCV.

 

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