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Expertos: Paridad real dólar-bolívar debería estar entre Bs. 8 a 10 por divisas

Según especialistas en finanzas consultados por Versión Final, el monto que se mantiene actualmente a través del BCV y los distintos indicadores paralelos está por debajo de la tasa de inflación.

Agosto abrió con la cotización del dólar paralelo por encima de los 6 bolívares, muy cercano a la tasa del Banco Central de Venezuela (BCV) de Bs. 5,79. Aunque es una noticia que afecta al bolsillo del venezolano común, expertos señalan que el descalabro de la moneda no se detendrá.

Según expertos en finanzas consultados por Versión Final, el monto que se mantiene actualmente a través del BCV y los distintos indicadores paralelos, aún está lejos de ser una tasa de paridad real si se compara con la inflación del país.

“La economía venezolana sigue en crisis y la estabilidad del tipo de cambio es artificial. Esa estabilidad relativa que tuvimos hasta hace muy poco, cuando se cotizaba entre 4.50 y 4.70 bolívares por dólar unos meses atrás, siempre ha sido muy frágil”, asegura el economista Leonardo Soto.

El alza del precio de la divisa impacta en todos los productos y servicios, como alimentos, medicinas y calzado. Además, la hiperinflación destruyó la confianza en el bolívar y el dólar se convirtió en la referencia para calcular costos y márgenes de ganancia.

Soto explica que existen “muchos” factores que afectan el tipo de cambio. En cuanto a las causas internas, menciona el incremento de la liquidez monetaria en circulación, producto del reciente incremento del salario, el ajuste de las tablas salariales en el sector público y el aumento de las transferencias directas a través de los bonos que otorga el Gobierno como ayuda social.

Al tipo de cambio oficial cada bono representa una transferencia inferior a cinco dólares para cada persona, pero en conjunto se traduce en bolívares que ingresan a la economía y alimentan la compra de divisas.

“Aunque el pago de estos bonos parezca pequeño, es una cantidad de liquidez que entra y forma parte del torrente circulante en general, lo que genera una mayor demanda de divisas en nuestra economía”, precisa el Dr. en Gerencia.

También, comenta Soto, es imperativo analizar la capacidad de respuesta económica que tiene Venezuela con unas reservas internacionales que se mantienen entre los 5.500 y 6.000 millones de dólares aproximadamente, “un nivel muy bajo con el promedio que deberíamos tener, que es de 30.000 millones”.

“Parte de las divisas que deberían alimentar a estas reservas internacionales se inyectan a través del Banco Central a la economía, a las mesas de cambio interbancarias, con el propósito de que eso se convierta en una barrera de contención del tipo de cambio, siempre manteniendo una oferta de divisa oficial al mercado que permita una estabilidad relativa”, argumenta.

“Venezuela vive una estabilidad cambiaria artificial”

A juicio del presidente de Integral Consultores Group, el país no ha vivido una estabilidad relativa en el tipo de cambio, sino más bien “artificial”.

“Yo la denomino artificial porque la estabilidad de tipo de cambio que se le puede considerar sostenible debería estar sustentada sobre las bases de reservas internacionales que estén por encima del margen mínimo que requeriría el país ($ 30.000 millones) y de un circulante en bolívares controlado, en función de nuestra capacidad, que responda a la demanda y la oferta”, refiere.

Recuerda, por ejemplo, que el Gobierno nacional estuvo inyectando dinero inorgánico y sin respaldo a la economía venezolana y “cualquier variación de la liquidez monetaria que pueda afectar esta estabilidad relativa del tipo de cambio nunca será bueno”.

“Nuestra economía debería tener en su base de operaciones normal una cantidad de producción suficiente para poder mantener la demanda nacional e, inclusive, pensar en la exportación”, opina, teniendo la mirada hacia Estados Unidos y Europa como clientes potenciales.

Sin embargo, Soto enfatiza que el cerco internacional, incluidas las sanciones contra el Ejecutivo y algunas entidades públicas, es un punto negativo para la economía venezolana.

La administración de Nicolás Maduro se ha visto obligada a buscar caminos alternativos para mantener a flote las finanzas. Hasta ahora, una de sus grandes salidas había sido Rusia como un gran proveedor de efectivo que permitía a la nación tener los dólares suficientes para la inyección a la economía.

Hoy, el Kremlin está sufriendo también sanciones producto de la guerra en Ucrania, lo que conlleva a que este aliado directo de Venezuela ya no esté 100 % disponible, sostiene el especialista financiero.

“Es una situación bastante complicada porque pueden estarse reduciendo nuestros ingresos en divisas, dinero que no pasa a alimentar el torrente de oferta cambiaria interna que presiona el tipo de cambio, y este comienza a variar”, dice.

Desconfianza y escepticismo

Como otro punto, añade la desconfianza de los venezolanos hacia las medidas aplicadas por el Gobierno para tratar de controlar el manejo de la divisa estadounidense.

“La estrategia de establecer un impuesto a las transacciones en dólares, tratando de obligar al venezolano a usar los bolívares, no le dio los mejores frutos posibles”, indica el analista económico para América Latina.

Según expone, las autoridades aspiraban tener mayores depósitos a la vista de divisas para alimentar las reservas internacionales y tratar de movilizar la moneda en curso legal, “pero lamentablemente aún existe mucho escepticismo en el venezolano sobre la recuperación real de la economía y el ciudadano, si ve que puede cambiar sus bolívares a dólares, lo hará de forma inmediata”.

Aunque aclara que estos últimos aumentos del precio del dólar no han sido abruptos, de no lograr el Gobierno contener el tipo de cambio con una estrategia óptima, se pudiera experimentar un incremento del 50 % a finales de año.

Tipo de cambio debería estar entre Bs. 8 a 10 por dólar

Pese a que el desbarajuste del manejo del tipo de cambio en Venezuela está sustentado en la realidad económica que se vive desde hace años, para el economista la tasa del BCV (Bs. 5,79) y de Monitor Dólar (Bs. 6,02) no cumple con una paridad real.

“Actualmente, la paridad real dólar-bolívar debería estar entre 8 a 10 bolívares por divisa, considerando nuestra cantidad de reservas internacionales y la cantidad de bolívares circulantes en la economía”, indica.

Opina que aún se está “lejos” de alcanzarla, por lo que es probable que se vea un incremento mayor de tipo de cambio. “Todo va a depender de qué tanto el BCV inyecte divisas en las próximas semanas”, expresa Soto.

Esta premisa es compartida por el analista financiero Henkel García, quien vio la situación desde la perspectiva interanual.

“El alza interanual del tipo de cambio está por debajo de 50 %, si bien recuerdo, lo que significa que está hasta por debajo de la tasa de inflación. De hecho, el mecanismo que busca el Gobierno es tratar de bajar la tasa de inflación conteniendo el dólar paralelo”, agrega.

El experto reconoce que sí ha habido un incremento, de un 10 a 12 %, pero cuando se compara desde el punto de vista interanual, esa tasa se está desacelerando o se mantiene por debajo de 100 %.

“¿Qué fue lo que generó un aumento después de una estabilidad de mucho tiempo de 4.50 y 4.70? Hubo una coincidencia entre un aumento del gasto público, lo cual incidió en la base monetaria, y hubo problemas en la transmisión del efecto de la oferta de dólares que se le metía al mercado cambiario”, responde.

Pérdidas cambiarias

García opina que el alza del precio de la divisa se debe a la inyección del gasto público y la oferta en dólares con la que cuente el mercado, sea por parte del Gobierno o de actores privados.

“Ahora están (Gobierno) haciendo un esfuerzo para contener el dólar alrededor de 5 y 6 bolívares pero sí, pareciera estar pulseando ese mercado. Creo que la idea también es dejarlo desplazar pero que ese desplazamiento no sea de brincos abruptos sino que sea progresivo en el tiempo”, desarrolla.

El especialista en temas financieros menciona que, a su consideración, con el incremento “lo que vemos es que el manejo de bolívares comienza a tener ciertos problemas por las pérdidas cambiarias, además dificulta la fijación de precios en moneda nacional, y el mismo Gobierno se ve afectado porque recauda en bolívares y gasta en bolívares”.

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