En Corpoelec, la pizarra no miente
Del 1 al 10. Con marcador rojo y en la pizarra acrílica del salón de reuniones del Centro de Operaciones Amparo, en Maracaibo, se enumeran los “Problemas” con los que a diario —según expresaron con su puño y letra— batallan los trabajadores de Corpoelec en el Zulia.
La convocatoria fue exitosa. Periodistas, camarógrafos y fotógrafos dijeron presente, el pasado miércoles al mediodía, en la cuna del tradicional “Angelito”, que hasta diciembre de 2016 iluminó la ciudad con sus 120 metros de altura y mil 800 bombillos.
Y no era para menos. En la capital zuliana, que hoy cumple 85 días con un desorganizado racionamiento, estaba Armando Vega Ramírez, general activo, presidente de Corpoelec-Industrial, hombre de confianza del ministro Motta Domínguez y vocero del Sistema Eléctrico Nacional.
Él, más allá de informar sobre la entrega de 24 transformadores de baja tensión repotenciados, apuntaba a ser el funcionario indicado que explicaría a los zulianos por qué el Plan de Administración de Carga pasó de tres horas y horarios rotativos (nunca cumplidos); a ocho, 12 y hasta 15 horas diarias sin luz, en las infernales tardes, noches y madrugadas de la hoy más que nunca Tierra del “SOL” Amada.
El protocolo de Corpoelec ajustaba los detalles para la rueda de prensa y los comunicadores sociales —entre ellos el equipo de Versión Final— aguardaban en el salón de reuniones de Amparo. Ocuparon unas 15 sillas de oficina, dispuestas alrededor de dos grandes mesones de madera, y entre risas y camaraderías conversaban sobre las pautas del día.
Sorpresa
Al fondo de la tertulia, en una pizarra acrílica blanca de 80x120 centímetros se dejaba ver una lista con lo que supuestamente serían los 10 “problemas” laborales más importantes, que actualmente padece el personal administrativo y de obreros de la Corporación Eléctrica Nacional.
Las denuncias de éxodo de empleados por bajos sueldos, la falta de inversión en carros e implementos de trabajo y las de ciencias del sistema eléctrico, que han hecho bajo el anonimato trabajadores de Corpoelec, quedaron plasmadas en la pared de aquel salón de reuniones en Amparo.
Entre los puntos más preocupantes figuraban el “1. Mal utilizado recurso humano”, 2. Falta de personal, 3. Fallas de mantenimiento unidades, 5. Falta de incentivos, 6. Fallas de comunicación, 7. Fallas en el sistema que ocasionan interrupciones, 8. Horario de trabajo y sistemas de guardia, 9. Abandono Instalaciones y el 10. Tiempo de respuesta *apoyo policial)”.
Protesta
Por las mismas razones descritas en la pizarra, dos días antes de la rueda de prensa, el lunes 11 de junio, la Federación Eléctrica Nacional y sus sindicatos protagonizaron un paro de 24 horas para exigirle al Gobierno mejoras de salario y condiciones laborales.
Veinticuatro horas después de la protesta, el ministro de Energía, Luis Motta Domínguez, ofreció una propuesta salarial y fue rechazada. La tensión entre empleados y patrono sigue, hay amenazas de paro indefinido.
Mientras tanto, la grave crisis eléctrica en el Zulia persiste, sin señal de una pronta mejoría, y peor aún llena de incumplidas soluciones.
“Al ingeniero Francisco Martín, vicepresidente de Corpoelec, lo tenemos aquí abocado en Termozulia, haciendo esfuerzo inhumano, financiero, operativo e industrial, para que la generación pueda ser elevada en tiempo récord y el Zulia pueda mantener una estabilidad en sus cargas, y se pueda satisfacer a la población zuliana”, prometió el general Vega Ramírez, al concluir sus declaraciones en los patios de Amparo.
