El radicalismo aleja las soluciones

Una vez instalado el Consejo de la Economía Productiva, las reacciones no se han hecho esperar, unos aprobando, otros objetando, pero expertos analizan el escenario desde el consenso y la negociación entre el sector político, —entiéndase como Gobierno— y el sector empresarial.

Para el analista político Ricardo Lobo, el Gobierno desatendió la producción interna debido a las políticas sociales que aplicaba para combatir la pobreza y, en su momento, la renta petrolera sostuvo los principales sectores de la sociedad a través de la importación, pero han surgido por necesidad planes de reorganización del aparato productivo, trabajo en conjunto con el sector empresarial que hoy día exige respeto a la propiedad privada, reglas macroeconómicas claras y sincerar la moneda.

Tomando en consideración que los “planes” económicos se han planteado incluso desde el inicio del mandato de Maduro, Lobo invitó a “ceder espacios sin perder la conducta, los radicalismos de un lado o de otro no sirven, porque hay un tercer sector —sociedad— que estuvo silente, pero que hoy está exigiendo soluciones concretas (…) Implica que todos ganemos, necesitamos empresarios que entiendan que no están llamados a hacer políticos. Y políticos no están llamados a ser empresarios”, agregó el también presidente de la Fundación Renovando Esperanzas.

Por su parte, José Mendoza, director del Observatorio Político Venezolano calificó de posible la reconstrucción del aparato productivo, siempre y cuando además de voluntad, se lleguen a concretar decisiones, en vista que ya se vuelven repetitivas las propuestas que no llegan a feliz término.

“Hay que romper con el modelo de máximos controles de precios, sistemas cambiarios que están impidiendo desarrollar unas políticas económicas más coherentes”.

Los expertos coinciden en que si los sectores no ceden, se agravará la situación que terminará en una inestabilidad político-social.