El diario plural del Zulia

El Periodismo venezolano agoniza, no hay nada que celebrar

Falta de materia prima obligó a los diarios a suspender las ediciones impresas. De los 67 diarios afectados, 28 cerraron de forma definitiva al no tener ni siquiera página web, mientras 38 siguen operando con redacciones a escala

La prensa escrita venezolana vive hoy uno de sus peores momentos en la historia del periodismo. Unos 67 diarios impresos no circulan en el país que en un momento llegó a tener 90 periódicos. Los pocos que se mantienen, agonizan.

En este languidecer dos grupos se han visto seriamente afectados: los comunicadores sociales que han perdido sus puestos de trabajo y lo más importante aún, la sociedad que hoy tiene menos acceso a la información

En Venezuela, cada 27 de junio se celebra el Día del Periodista en conmemoración a la creación del El Correo del Orinoco, órgano informativo fundado por Simón Bolívar en 1818 y considerado el periódico más importante de la independencia de Venezuela.

Pero, este año no hay muchas razones para celebrar. El trabajo periodístico se ha deteriorado dramáticamente: por un lado está el Gobierno que saluda a los profesionales “que ejercen su oficio con ética y responsabilidad” y, por el otro, están los medios de comunicación que luchan por vencer la censura impuestas por grupos de poder.

Son innumerables las trabas que los comunicadores deben superar para desempeñar su labor. Censura, agresiones y detenciones arbitrarias, migraciones de soporte físico a digital, bloqueo de portales, interrupción del servicio de telefonía e Internet; todo se resume en la violación a la libertad de expresión.

El periodista y miembro de Transparencia Venezuela, Jesús Urbina, aseguró que el Ejecutivo obstaculiza el trabajo profesional y la difusión de noticias a través de los medios informativos “aplicando controles administrativos, directos o indirectos”, sobre la prensa escrita.

Zulianos sin soporte físico

En mayo, el Zulia se unió a los estados Amazonas, Apure, Cojedes, Portuguesa y Sucre, donde no hay periódicos impresos. Con la desaparición física del diario Panorama, el último en extinguirse en la región, el número de medios que se vieron obligados a cesar su circulación diaria por falta de papel ascendió a 67 en Venezuela.

El Complejo editorial Alfredo Maneiro se ha convertido en un monopolio oficial del papel periódico al no vender y distribuir papel para los medios impresos en el país. El Gobierno, a través de esa empresa pública, controla la difusión de noticias, y a través de normas jurídicas también, como por ejemplo la Ley de Responsabilidad Social en Radio, Televisión y Medios Electrónicos”, indicó el profesor de LUZ.

Desde el 2013, de acuerdo con las estadísticas del Instituto de Prensa y Sociedad (IPYS) han salido de circulación 67 diarios en todo el país. El organismo reveló que cinco años atrás, aún circulaban 90 medios impresos en 20 estados. “Hoy solo lo hacen alrededor de 27, para una disminución de 68% de la muestra analizada”.

El informe del IPYS refiere que de los 67 diarios afectados, 28 cerraron de forma definitiva al no tener ni siquiera página web, mientras 38 siguen operando con redacciones a escala.

El 2018 fue fatal para la prensa escrita zuliana. Los diarios La Verdad, Versión Final y Qué Pasa dejaron de circular. En diciembre de 2017, el Regional del Zulia ya había cesado.

La crisis del papel y el impacto de la hiperinflación obligó a los diarios a migrar hacia plataformas digitales y, lamentablemente, los ciudadanos tienen menos alternativas para informarse.

Para la Comisión para los Derechos Humanos del estado Zulia (Codhez) “una sociedad que no está bien informada no es plenamente libre y, sin medios que contengan diversidad de opiniones e informaciones, se vuelve vulnerable ante el autoritarismo y la tiranía”.

Agresiones a la prensa

Desde 2014, cuando inició la ola de protestas antigubernamentales, las agresiones contra los profesionales de la comunicación por parte de las fuerzas de seguridad del Estado ha sido constante. Marco Ruiz, secretario general de la institución gremial, aseguró que, en los últimos seis años, el del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) registró miles de ataques a la prensa.

Ruiz asegura que el Gobierno “se ha convertido en el primer violador de derechos humanos y de la libertad de expresión”.

”Han sido más de dos mil a la libertad de prensa a través de agresiones físicas, detenciones, robo de equipos, ataques a medios de comunicación, violación de la intimidad y privacidad de periodistas y trabajadores de la prensa”, dijo Ruiz en rueda de prensa donde ofreció el balance de arremetidas a periodistas durante el 2019.

Mientras que el IPYS denunció en su informe mensual que, hasta el 14 de junio de este año, se registraron detenciones arbitrarias, un cierre de emisora radial, un robo y varias limitaciones a la cobertura sobre asuntos de interés público.

Según indicó la organización, el 12 de junio fue aprehendido Ronald Peña, reportero gráfico de El Pitazo,  el periodista número 51 en lo que va de año.

Censura digital

Pensar que el periodismo digital es la “salvación” para los medios ante la falta del papel periódico no siempre es la mejor opción. Las limitaciones a los sitios web también se incrementaron en 2019.

Un informe de la asociación civil Espacio Público arrojó que durante los primeros cinco meses del año hubo cerca de 77 vulneraciones en Internet que incluyeron 26 ataques y bloqueos a páginas web.

Durante mayo, el bloqueo informativo no permitió que los canales de señal abierta Televen, Globovisión y Venevisión transmitieran información sobre las protestas de calle convocadas por Juan Guaidó. Lo mismo sucedió con las principales emisoras de radio del país.

En los últimos días predominan las limitaciones a la libre difusión de información en los servicios de Periscope, Youtube, Periscope, Google y Bing también durante las apariciones públicas del líder opositor. Además, los ciudadanos no solo se ven afectados por la lentitud en la navegación, pues durante los apagones o racionamientos eléctricos quedan desconectados totalmente.

Esta circunstancia sombría atenta contra los  derechos humanos, especialmente la libertad de expresión, que impide fortalecer una democracia que garantice libertad, justicia social y dignidad para todos los venezolanos

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