El diario plural del Zulia

El negocio abierto de los avances en efectivo

Son casi las 12.00 del mediodía. Después de cuatro horas trabajando, el estómago no deja de gruñir ¡y aún faltan cuatro horas más! A unas cuadras hay una venta de almuerzos, pero solo aceptan dinero en papel. La única solución es entrar rápido a la farmacia o a la ferretería y realizar un avance de efectivo para poder continuar con la jornada.

Éste es un ejercicio diario en la vida de muchos venezolanos. Cada vez son más los locales que colocan anuncios en sus puertas ofreciendo “Avances aquí”. El “dinero plástico”, a pesar de ser una gran ayuda, no siempre cubre todas las necesidades o contratiempos que puedan presentarse. La liquidez monetaria en la calle cada vez es mayor, ocasionando mayor inflación.

datosversionfinalEl cobro de comisiones por el uso de tarjeta de crédito (TDC) en establecimientos comerciales del país está prohibido, tal y como lo establece la Ley de Tarjetas de Crédito, Débito y Prepagadas y Demás Tarjetas de Financiamiento o Pago Electrónico, aprobada en 2008. Sin embargo, no hay controles.

La proliferación de negocios ambulantes, quioscos y remates obliga a los venezolanos a cargar con altas sumas de dinero en efectivo para poder adquirir desde productos tan simples como chucherías hasta unos tan necesarios como los pertenecientes a la cesta básica.

Tradicionalmente, estos avances se realizan en el exterior para la obtención de divisas en efectivo, aunque su término viene del uso de las tarjetas de crédito. Se comunica al banco la cantidad necesaria y el crédito se transfiere a la tarjeta de débito, pudiendo ser retirado en cualquier cajero sin comisión extra.

Cajeros no alivian

Para el economista Édgar Cárdenas, los cajeros no suplen todo el déficit, puesto que los usuarios deben hacer largas colas fuera de los bancos o agentes autorizados exponiéndose a la vista pública y a un posible robo. “El Banco Central de Venezuela no emite suficientes billetes, por lo que las personas deben resolver de donde puedan. Cada vez hay más necesidad de efectivo porque hay más negocios informales”.

Las tarjetas de débito y crédito no son las únicas utilizadas para este tipo de transacciones. Algunas panaderías y negocios de comida aceptan las tarjetas destinadas al bono alimenticio cobrando un porcentaje mayor con respecto a las demás. ‘‘Se ha distorsionado la naturaleza del bono, pero vemos que la gente compra en un sitio la comida más o menos accesible y saca el dinero en efectivo para rebuscarse en el mercado informal. Otros lo usan para pagar cuentas, pero esencialmente la mayoría del dinero que percibe el venezolano actualmente se destina exclusivamente para alimentos’’, expuso.

La relación entre el cobro a tarjetas de débito, de crédito y de alimentación no varían tanto como se espera. Las primeras suelen tener menor porcentaje (entre 5 y 10%), las segundas entre 5 y 15% y las últimas oscilan alrededor del 18%.

Cárdenas defiende el beneficio que tiene el comerciante al no tener que manejar altas cantidades de efectivo, criticando de cierta forma el lucro recibido por el trámite. El comerciante no debe salir de su negocio para ganar dinero, aunque depende de las compras en efectivo para poder ofrecer el servicio.

Comentarios

lacifraversionfinalEn las redes sociales abundan las críticas a los bancos por el poco dinero que poseen los cajeros o las pocas veces que estos son llenados. Algunos de ellos están ubicados fuera de tiendas o edificios muy concurridos y resulta incómodo hacer cola cuando una marea indetenible accede al recinto.

También es evidente la queja con respecto al porcentaje puesto que, especialmente en locales con productos importados, pueden alcanzar incluso el 25% de cobro o interés. A pesar de esto, se considera beneficioso ya que es un proceso rápido, igual al de cual quier compra, solo que en este caso se ‘‘compra’’ efectivo.

En la calle

Debido a que un número importante de estudiantes son mayores de edad y trabajan, los cafetines universitarios se han visto en la necesidad de colocar puntos de ventas para abarcar un público mayor que el que se tiene sin él.

A una escasa calle de una reconocida universidad privada del oeste de Maracaibo, el 10% le ‘‘salva la patria’’ a aquellos que no tienen pasajes suficientes para regresar a su hogar.

Yusmeiry Gómez, estudiante, aseguró que la quincena ‘‘llegaba cuando estaba a punto de morir’’ y que ‘‘raspaba’’ su cestatique en el negocio para resolver la semana porque el efectivo no le alcanza. ‘‘Casi siempre me toca rasparlo porque no me aceptan la tarjeta de alimentación en todos lados. Ahora hay que moverse así’’.

El encargado del negocio, por razones de seguridad, no quiso dar su nombre, pero sí dijo que era una transacción regular puesto que los cajeros de la zona eran muy peligrosos. Estimó como mínimo 30 mil bolívares diarios en avances alrededor de las quincenas y 15 mil en los otros días.

En una de las tantas FarmaClick de la ciudad se cobra en 8% el paso de débito y en 13% el de crédito, excluyéndose las de alimentación por cuestiones propias del banco. La bodeguera de labios pintados de rosado confirmó la necesidad de manejar menos efectivo en el local ‘‘aunque de por sí ya manejamos poco porque todos vienen con tarjetas’’. Para el momento de esta entrevista (horas de la tarde), no habían realizado ningún avance por falta de efectivo y más de 10 personas ya se habían acercado con ese propósito.

Pero no todo es tan malo: las farmacias SAAS realizan el trámite gratis. El vendedor de ojos claros expresó que pocas son las personas que tienen conocimiento de este servicio. Comentó que los montos no suelen ser tan altos ya que oscilan alrededor de los ocho mil bolívares.

 

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